LA HABANA, Cuba.- Cuando aún quedan varios partidos para cambiar la fragilidad que ha demostrado la escuadra nacional de béisbol en su periplo por la liga Can-Am, es indudable que la calidad de nuestro deporte nacional sigue cuesta abajo y sin freno.
La liga independiente parecía un paseo para los cubanos, que se aparecieron allí con lo mejor que queda en el país, pero la realidad ha sido otra. La Liga Canadiense-Americana, de la que no se tenía referencia hasta las primeras contrataciones que se hicieron hace poco, está aplastando a la novena cubana.
Los isleños, en sus primeras diez apariciones de las 19 previstas, habían perdido siete juegos. Primeramente fue contra el elenco de Les Capitales de Quebec, donde militan tres cubanos (Yordan Manduley, Roel Santos y Yurisbel Gracial), y salieron con un resultado adverso de tres derrotas y una victoria.
Luego se enfrentaron sucesivamente a las Águilas de Tres Ríos, y los Champions de Ottawa (en este último hay otros dos cubanos, Donald Duarte y Alexander Malleta), con quienes también perdieron su torneo particular.
Téngase en cuenta que dentro de las seis ligas independientes que existen en Canadá y EEUU, y que acogen a peloteros de varias áreas, especialmente latinoamericanos, la Can-Am tiene fama de ser la de menor calidad. “Allí van a carenar los peloteros que se descartan de las Ligas Menores; y tal vez algunos que dieron sus pasitos por las Mayores, pero ninguno tiene cabida ya en el béisbol profesional de Japón, ni de Corea, tampoco en China Taipéi o México”, dice Luis Medina, un avezado del deporte de las bolas y los strikes y gran seguidor de Grandes Ligas.
La hecatombe en estos primeros juegos se refleja en gran medida en las estadísticas de los lanzadores cubanos. En 81 innings de actuación, el promedio de carreras limpias (PCL) es de 4,22, ubicándose en el sexto lugar del torneo. Han permitido dos jonrones y concedieron 40 bases por bolas.
Solo escaparon del bombardeo Vladimir Baños y Yoenis Yera, quienes tienen una victoria percápita y 1,42 de PCL. Las grandes estrellas del equipo (Freddy Assiel, Yosvany Torres y Vladimir García), en siete encuentros permitieron la friolera de 19 carreras en 23,1 entradas, las mismas limpias que el resto del staff de pitcheo en 57,2 capítulos.
Para colmo de males, la ofensiva de largo alcance de los criollos es insuficiente, y aunque promedia 280 de average, no habían podido conectar un solo vuelacercas en diez encuentros, algo que habla a las claras de la falta de poder en ese equipo.
“¿Dónde están William Saavedra y Yoandry Urgellés, dos de los mejores bateadores de poder en la pasada Serie Nacional y que inexplicablemente quedaron fuera del elenco?”, se preguntaba el cronista deportivo Reinier Batista en el afamado programa nocturno “Tribuna Deportiva” de Radio COCO, opinando que es imposible ganar solamente con el bateo de Yosvany Alarcón.
Ya iniciada la segunda mitad del torneo en Canadá, con la selección cubana enfrentándose a los Sussex County Miners (balance de 13 y 17 en la justa), a los Rockland Boulders (19 y 11) y los Chacales de New Jersey (actuales líderes del torneo con veinte victorias y diez reveses), la atención de la gran audiencia deportiva aquí en la Isla no está centrada en este nueva derrota del béisbol cubano, sino en la gran fiesta del fútbol internacional, ahora con los cuartos de finales de la Copa América Centenario en EEUU y la Eurocopa en Francia.
Pero si bien la actual coyuntura futbolística disipa momentáneamente el escándalo por la pésima actuación del equipo nacional de pelota, algunos entienden que la situación actual viene dada por la aplicación de erróneas políticas con los deportistas, un proceso que viene en camino desde años atrás.
“No cabe duda que el actual panorama de la pelota es muy diferente a lo sucedido en la década de los noventa, cuando el retiro masivo de grandes estelares perjudicó severamente al béisbol cubano”, declaró Sergio Girat Estrada, fundador de la Peña Deportiva del parque John Lennon, de la calle 17 y 6, en el Vedado.
“Creemos que el triunfalismo expresado en reiteradas ocasiones por Heriberto Suárez Pereda, Comisionado Nacional del Béisbol, y otros funcionarios de este deporte en la Isla, carecen de lógica”, añade, antes de concluir que “la solución de la pelota pasa primero por el otorgamiento de libertad para que los atletas tengan una justa remuneración, y no por las nuevas estructuras controladoras del INDER (Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación)”..
Para el joven Reynol San Pedro, colaborador habitual de un programa deportivo, pase lo que pase el equipo cubano está desacreditado porque el nivel de la Can-Am es bajísimo. “Fueron con la selección nacional creyendo que iban a recuperar el prestigio perdido en las últimas décadas, pero ha sido un fiasco. Veremos si pueden recuperar terreno en los últimos nueve juegos; una tarea bien difícil porque ahora vienen los equipos más fuertes”
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