
PUERTO PADRE, Cuba.-Un portador de fiebre ondulante o enfermedad de Bang (brucelosis), falleció la semana antepasada en esta localidad.
La muerte del técnico veterinario Guzmán García causó consternación entre familiares, vecinos y compañeros de trabajo.
Aunque el fallecimiento ocurrió el pasado jueves 13 -según dictamen médico, debido a una falla cardíaca-, era conocido el precario estado de salud de García.
Felipe, un técnico en manejo y alimentación del ganado, que fuera compañero de Guzmán durante años, dijo encontrarlo “muy delgado y demacrado”.
“En el municipio de Puerto Padre, y también en Chaparra (municipio Jesús Menéndez, ambos de la provincia Las Tunas) por estos días se han detectado casos de brucelosis en algunos rebaños de ganado vacuno”, dijo un médico veterinario preguntado por este corresponsal.
En Cuba, la mortalidad del ganado vacuno ascendió a 184 244 animales en 2013; un 0,35 por ciento más que en 2012, notificafon fuentes oficiales en el balance del ministerio de la Agricultura efectuado el pasado febrero.
En el balance del Ministerio de la Agricultura no hicieron este análisis comparado, pero si tomamos como promedio rebaños de 50 reses, tal mortalidad representa como si unas tres mil seiscientas ochenta y cuatro (3 684) vaquerías hubieran desaparecido del país.
“Persiste la ocurrencia de enfermedades contagiosas que afectan la salud animal y humana, como la tuberculosis y la brucelosis bovina y bufalina”, informaron especialistas en el citado balance del Ministerio de la Agricultura.
Ya desde 1947, Peters y Grummer, en Ganadería Productiva, ediciones UTEHA, concluyeron acerca de esta enfermedad contagiosa:
“La brucelosis es una enfermedad grave, no sólo por las pérdidas ocasionadas a los ganaderos, sino porque puede trasmitirse al hombre.
“La infección en la especie humana recibe el nombre de fiebre ondulante. Rara vez causa la muerte del paciente, pero una fiebre moderada y trastornos en general de la salud, persisten durante mucho tiempo.
“Los seres humanos contraen esta enfermedad de los animales cuando consumen carnes insuficientemente cocidas, o productos no pasteurizados de la leche, pero es más frecuente que se trasmita por contacto con animales enfermos y al trabajar en su cuidado.”
De la brucelosis caprina, en su libro Lechería Tropical, el Dr. Vieira de Sá expresó: “La infección en las hembras es en extremo frecuente, y el contagio de los animales, y de éstos al hombre, es máximo y se produce sobre todo a través de la leche y lacticinios, principalmente quesos frescos”.
Los profesores Diggins y Bundy, del Eagle Grove, Iowa y del Iowa State College, respectivamente, allá por la década del 50 del siglo pasado, también concluyeron en DAYRY PRODUCTION, traducido al español con el título de Vacas, Leche y sus Derivados:
“La brucelosis o enfermedad de Bang es la más importante de las enfermedades infecciosas; no sólo por las pérdidas económicas resultantes de la enfermedad en el ganado, sino porque puede contraerse la fiebre ondulante que afecta a los seres humanos”.
Otro estadounidense, el Dr. Hodgson, quien desde mediado de 1942 y hasta finales de 1943, hizo estudios sobre las condiciones de la industria lechera en Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Honduras, de forma perentoria alertó:
“Los laboratorios de los Gobiernos, o los laboratorios particulares dirigidos por veterinarios idóneos, son parte absolutamente necesaria de todo plan para ayudar a los ganaderos a combatir esta enfermedad”.
Ahora nos dicen funcionarios del Ministerio de Agricultura que, en Cuba, en un país donde los alimentos son escasos y caros, y particularmente la carne vacuna y la leche, murieron unas doscientas mil (200 000) reses, sólo en 2013. Tal parece que los laboratorios aconsejados por el Dr. Hodgson, si existen en la Isla, poca utilidad prestan.
De las personas enfermas de brucelosis como Guzmán García, a quien esa enfermedad, si no lo mató directamente, sí debilitó su organismo, nada se dice, al menos, oficialmente.
Otra cosa es en la vida real, esa de la calle. Buscando leche en polvo, que no conseguí esta semana ni en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), me encontré con varias personas que buscaban lo mismo infructuosamente, las que coincidieron en opinión:
“La gente ahora tiene miedo de enfermarse de brucelosis, por eso, aunque está muy cara, cargaron con toda la leche en polvo que había en las tiendas”. Nada, que en Cuba, hasta la enfermedad de las vacas produce buen negocio. Claro, para el dueño del monopolio.