LA HABANA, Cuba, 7 de noviembre de 2013, Calixto Ramón Martínez Arias/ www.cubanet.org.- En medio de una epidemia de dengue y cólera que ya parece incontrolable por parte del gobierno y su Ministerio de Salud Pública, el mal estado de los conductos por donde drenan aguas albañales tiene a los residentes de un barrio viviendo lo que ellos valoran como una verdadera pesadilla.
El deterioro de las redes hidráulicas en todo el país, y los salideros de agua potable y albañales, es un hecho que ya las personas ven como algo común y corriente. Pero para los residentes del reparto Martín Pérez, del municipio San Miguel del Padrón, en La Habana, esto se ha convertido en algo insoportable.
Médicos y vecinos afirman que, en los últimos dos meses más de 50 personas han tenido que ser hospitalizadas por enfermedades infecto-contagiosas, que han sido provocadas por el mal estado de los alcantarillados y desagües.
Científicamente está comprobado que la mezcla de aguas residuales con las de beber puede provocar enfermedades infecciosas, entre las que destacan la Hepatitis A y el Cólera; la ultima, capaz de causarle la muerte a una persona en cuestiones de horas si no recibe sueros hidratantes a tiempo.
En un recorrido efectuado por el barrio, se pudo comprobar que al menos cinco salideros de aguas albañales corren por las calles hasta desembocar en un río que separa el municipio San Miguel del Padrón de Guanabacoa.
“Este salidero lleva más de cuatro meses en ese estado. Aquí se han planteado quejas a todas las instituciones y ninguna ha hecho nada por resolver el problema”, señaló Yoeldis Giménez, vecina, refiriéndose a escape que brota de un alcantarillado destruido en calle 7ma .
Giménez -quien recientemente tuvo a su hermano enfermo con dengue- responsabilizan al Gobierno por los daños ocasionados, pues ellos no cuentan con los recursos necesarios para resolver la difícil situación que enfrentan.
Según varios vecinos, que se acercaron al reportero para dar su opinión, de la cifra de personas que han tenido que ser hospitalizadas por enfermedades infecto-contagiosas, 15 viven en las cercanías del salidero de 7ma, entre ellos cuatro niños menores de diez años de edad; el hecho fue corroborado por una doctora que se estaba presente.
“Esto no es algo de lo que el gobierno municipal y el departamento de Salud Pública tengan desconocimiento, pues ya se ha planteado en ambos lugares y nada han resuelto”, explicó la doctora.
Olga, otra vecina, afirmó que ella también ha presentado quejas a todas las instituciones pertinentes, pero su esfuerzo ha sido infructuoso.
Los vecinos de Martín Pérez también denunciaron la difícil situación que presentan con el agua de beber.
“Yo vivo en calle Central y el salidero que hay allí, cuando llueve, sube por encima del nivel de las cisternas donde se almacena el agua de beber y las contamina”, dijo Hilda Delgado González, que estuvo infectada por el dengue.
Los demás vecinos aseguraron que cuando esto sucede tienen que estar dependiendo de carros Cisternas que los abastecen de agua potable, pero que llegan con tan poca frecuencia que en ocasiones solo entran uno o dos carros a la semana.
En imágenes tomadas se puede observar cómo las heces fecales de personas y animales, arrastradas por las aguas sucias, corren por las calles de Martín Pérez. Pero es preciso llegarse hasta allí para poder entender las pésimas condiciones a la que se enfrentan estos vecinos, que tienen que estar respirando el mal olor y la fetidez que sale de las cloacas; así como a la destrucción que los salideros han provocado a las calles y aceras.