LA HABANA, Cuba. – El desarrollo del cine cubano en la etapa inmediatamente posterior a 1959 está ligado a realizadores de la talla de Tomás Gutiérrez Alea “Titón”, Julio García Espinosa, José Massip, Manuel Octavio Gómez o Humberto Solás. De este último siempre suele recordarse el filme Lucía, una panorámica en tres tiempos sobre la mujer cubana, protagonizada por Raquel Revuelta (etapa colonial), Eslinda Núñez (República) y Adela Legrá (Revolución).
Entre toda la vasta obra de Solás, Lucía devino en ícono del cine cubano. Le sucederían otros largometrajes que también demostraron el talento del realizador y su particular visión acerca de la Isla, su historia y su cultura, como Un hombre de éxito (1986), nominada a los Premios Goya como mejor filme extranjero de habla hispana.
En 2001 repitió un importante éxito dentro y fuera de Cuba con Miel para Oshún, un filme que relata la aventura del joven Roberto, quien había sido sacado de Cuba ilegalmente por su padre, y años después decidió regresar a la Isla con la intención de buscar a su madre para cuestionarle el supuesto abandono. En su recorrido, el propósito que lo anima comienza a solazarse con la experiencia de conocer su tierra natal, y termina por convertirse en un viaje hacia el pasado y su propia identidad.
Miel para Oshún obtuvo varios premios importantes, entre ellos el Premio del Público en el Festival de Cine de Sevilla, y el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine Independiente de Washington. También fue nominada a los Premios Goya.
Cuatro años después estrenó Barrio Cuba (2005), uno de sus filmes con mayor éxito de público. En una Cuba agonizante, los destinos de varios personajes se entrelazan sobre un trasfondo de ruina e incertidumbre. No hay presente ni futuro. No hay perspectiva de reconstruir un país desmoronado. Barrio Cuba fue un giro sorpresivo en la narrativa de Solás, que nunca antes había expuesto tan dolorosamente los traumas de la nación. A casi 20 años de su estreno, la Cuba mostrada por el cineasta luce casi paradisíaca en comparación al “barrio” que hoy no sirve siquiera para evocar tiempos mejores.
Barrio Cuba fue el filme más premiado de Humberto Solás después de Lucía. Algunos lauros recayeron en sus protagonistas: Luisa María Jiménez, Mario Limonta, Rafael Lahera y la inolvidable Broselianda Hernández, quien apareció en una sola secuencia de pocos minutos y se alzó con el Reconocimiento Especial del Festival de Cine de Providence.