MADRID, España.- El alzamiento principal de la Guerra Chiquita ocurrió en la Plaza La Yerba, en Santiago de Cuba, el 26 de agosto de 1879. Dos días antes había acontecido un primer pronunciamiento en Holguín dirigido por el brigadier Belisario Grave de Peralta, al frente de unos 200 hombres. Por ello se dan, indistintamente, ambas fechas como iniciadoras.
La detención y deportación, días antes, de Pedro Martínez Freire, Flor Crombet, Pablo Beola y otros conspiradores, aceleraron los hechos de lo que fue la segunda de las tres luchas cubanas por la independencia contra el Gobierno español, continuadora de la Guerra de los Diez Años, y llamada Guerra Chiquita por lo poco que duró.
Los historiadores Francisco Pérez Guzmán y Rodolfo Sarracino en el libro La Guerra Chiquita: una experiencia necesaria, anotan: “Durante todo el 26 de agosto cientos de conspiradores se movieron por Santiago preparando el alzamiento armado. Miles de personas, amigos y familiares de los revolucionarios conocían los acontecimientos que improvisadamente iban a desarrollarse (…)”.
También detallan: “Alrededor de las siete y treinta de la tarde unos 400 hombres, algunos armados, se hallaban concentrados en la Plaza de la Yerba. Su actitud francamente belicosa, fue detectada por parejas de Orden Público (…)”. Y añaden: “Fue de forma apresurada, confusa, desorganizada y bajo la observación del Gobierno español, como los revolucionarios se vieron en la necesidad de adelantar el alzamiento armado. Todo había salido a la inversa de los planes elaborados”.
Así y todo, faltos de armamentos y avituallamientos, los conspiradores santiagueros se fueron a la manigua, con José Maceo al frente, el oficial de más alta graduación militar, quien llevaba una pierna enferma. Seguidamente se producirían levantamientos en Holguín y Las Tunas, y más tarde en otros lugares.
Sin embargo, como se afirma “los alzamientos mostraron una falta de unidad lamentable, a lo que debe unirse la ausencia de las dos figuras claves: Calixto y Maceo —Antonio— (…) una fatal decisión de Calixto García (no enviar a Maceo como jefe de Oriente en la primera expedición, para no corroborar la campaña racista desatada por los autonomistas) hizo que los soldados que esperaban a su líder nato se desencantasen rápidamente”.
Finalmente, Calixto García llegó a Cuba en mayo de 1880, y aunque estuvo en varios combates, poco pudo hacer con las divisiones internas, el regionalismo, el racismo, la escasez de pertrechos, los propósitos pacifistas del Gobierno peninsular, y decidió rendirse a las autoridades en agosto. Con posterioridad lo harían los restantes jefes, dando por concluido el fallido intento independentista.
En los años que mediarían para la Guerra del 95, José Martí concebiría un proyecto para erradicar la división y el caudillismo y unir a los dispersos veteranos del 68 con los jóvenes patriotas, para la materialización de la que definió como la “Guerra Necesaria”, iniciada el 24 de febrero de 1895.