LA HABANA, Cuba.- Cristóbal Colón terminó su segundo viaje de reconocimiento a Cuba, en 1494, convencido de que el archipiélago era tierra continental. La costa sur le pareció tan inmensa al Almirante, que no le quedaron dudas y puso proa hacia el sureste. El 13 de junio de ese año avistó una isla con imponentes montañas, a la que nombró San Juan Evangelista, aunque luego sería conocida por nombres diversos: Isla de las Cotorras, por la cantidad de aves de esta especie que allí encontraron los colonizadores; Isla del Tesoro, sobre todo entre los siglos XVI y XVIII, cuando sirvió de refugio a corsarios y piratas; Isla de Pinos, por la presencia abundante de estos árboles y, finalmente, Isla de la Juventud.
Los siboneyes que allí habitaban la nombraron Siguanea, Ahao, Camaraco o Guanaja. Colón arribó a la ínsula para abastecerse de alimentos, agua y leña, con la tripulación a punto de amotinarse, impresionada por la profundidad de la bahía con sus aguas ora blancas, ora negruzcas, o verdeazuladas. Curiosamente, en los diarios del marino genovés no aparece mención alguna sobre la presencia de nativos en la isla. Se presume que los indios, asustados, se ocultaron mientras duró la estancia de los intrusos, que pusieron velas hacia La Española el día 25 de junio de 1494.
En el siglo XIX la Corona española decidió colonizar la isla. El 17 de diciembre de 1830 fue fundada su capital, Nueva Gerona. En 1847 se construyó la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, dos escuelas de enseñanza elemental, una galera, un hospital civil y el ayuntamiento. Una tropa de catorce soldados fue destacada como guarnición fija y en 1850 se construyó el cuartel, que seis años después fue transformado en hospital militar.
La migración al nuevo enclave se produjo de forma lenta. Bajo el dominio de España, se ganó el sobrenombre de Isla de Los Deportados, pues a ella fueron enviados como castigo algunos independentistas a partir del inicio de la Guerra de los Diez Años.
En 1899, una vez finalizada la Guerra Necesaria, la isla contaba con una población de 3.200 habitantes. Instaurada la República, su jurisdicción se mantuvo sujeta a las negociaciones con Estados Unidos, que la reclamó como parte de su territorio.
En 1903 cerca de 500 familias norteamericanas se establecieron, permitiendo el surgimiento de nuevos poblados con arquitectura diferente y una infraestructura más moderna y completa. Para 1913 residían allí más de 1.600 estadounidenses, casi la misma cantidad de habitantes pineros.
Con el crecimiento de la colonia, aumentó la navegación de cabotaje y hubo hasta seis puertos marítimos y fluviales. Se incrementaron las líneas navieras, los servicios en bodegas, tiendas mixtas, fondas, cantinas, hoteles y balnearios. Se construyeron puentes, carreteras, vías ferroviarias, el aeropuerto, la aduana, instituciones culturales y clubes, escuelas, iglesias, órganos de prensa, cementerio y todo lo necesario para hacer la vida funcional, próspera y amena.
En 1925, en virtud del Tratado Hay-Quesada, se reconoció la soberanía de Cuba sobre Isla de Pinos. La mayoría de las familias estadounidenses vendieron sus tierras y regresaron a su país.
En 1931 se inauguró una enorme cárcel con capacidad para 6.000 reclusos. El denominado Presidio Modelo tendría entre sus inquilinos a políticos opositores del gobierno de turno, entre ellos Ramón Grau San Martín y Fidel Castro.
A partir de 1959 se le conoció como La Siberia de Cuba, por la gran cantidad de presos que allí fueron enviados. La prisión permaneció activa hasta 1967. En 1973 fue declarada Monumento Nacional.
A pesar de tantos planes productivos, sus excelentes recursos naturales y sus condiciones para el turismo y la industria, la Isla de la Juventud ha sufrido el mismo destino que las restantes provincias cubanas. Quienes la han visitado en los últimos años opinan que el “municipio especial” es deprimente, y que de juventud solo conserva el nombre.
Hasta allí han llegado los efectos de la mala política, la crisis económica y el envejecimiento poblacional. La Isla de Pinos, que no quiso ser española, inglesa ni estadounidense, es cubana, con todo lo que ello implica.