MIAMI, Estados Unidos. — El 21 de mayo de 1980 la empresa Namco Limited, una extinta multinacional japonesa, lanzó el videojuego Pac-Man (El Comecocos), considerado el más famoso de la historia.
Tras su salida al mercado, Pac-Man se convirtió rápidamente en todo un suceso y todavía hoy es, para expertos y aficionados, uno de los videojuegos más populares e influyentes de todos los tiempos.
La trama del videojuego presenta a un personaje amarillo llamado Pac-Man, que debe navegar a través de un laberinto lleno de bolitas mientras evita cuatro fantasmas: Blinky, Pinky, Inky y Clyde.
El objetivo de Pac-Man es comerse todas las bolitas del laberinto evitando a los fantasmas. Si Pac-Man entra en contacto con un fantasma, pierde una vida. Sin embargo, hay perdigones de energía ubicados en las esquinas del laberinto que temporalmente vuelven a los fantasmas azules y vulnerables.
Durante el juego, cuando Pac-Man se come un fantasma azul, se elimina temporalmente del juego y recibe puntos extra. Los fantasmas finalmente vuelven a sus colores originales y continúan persiguiendo a Pac-Man.
Además de los gránulos de energía, el laberinto también contiene varias frutas que aparecen por un tiempo limitado. Comer la fruta otorga puntos de bonificación. A medida que el jugador avanza por los niveles, los fantasmas se vuelven más rápidos y agresivos, lo que hace que el juego sea cada vez más desafiante.
El éxito de Pac-Man dio lugar a numerosas secuelas, spin-offs y adaptaciones en diferentes plataformas y consolas de juegos.
Cabe señalar que los personajes e imágenes de Pac-Man se han vuelto ampliamente reconocidos en la cultura popular. De hecho, la reciente serie lanzada por Netflix sobre la vida y la carrera del músico argentino Fito Páez presenta en su cabecera imágenes de ese videojuego como un elemento identificativo de los años ochenta y noventa del pasado siglo.