LA HABANA, Cuba. – Raúl Castro concluyó su ostracismo internacional al viajar a Venezuela para homenajear a Hugo Chávez en el décimo aniversario de su fallecimiento, el pasado 5 de marzo. Con aceptable vitalidad para sus casi 92 años de edad, caminó por el Cuartel de la Montaña, aunque sujetó su discurso con mano temblorosa en el Encuentro Mundial por la Vigencia del Pensamiento Bolivariano del Comandante.
Más allá de los lazos ideológicos y afectivos con el militar llanero, este desplazamiento parece solapar concertaciones entre el propio Castro, Vladímir Putin y Nicolás Maduro para afrontar las crisis políticas y económicas, fortalecer los mecanismos de seguridad interna y externa, alejar la condena a Rusia por la invasión de Ucrania y renovar la influencia en América Latina y el Caribe, aprovechando la coincidencia de nuevos presidentes izquierdistas en la región.
La estancia de pocas horas en La Habana ―con salida hacia Caracas― de dos estrechos colaboradores de Putin sugieren esas conclusiones. Desde que abandonó los cargos oficiales en 2018 y 2021, Raúl Castro solo ha aparecido en ocasiones excepcionales: importantes reuniones del Partido Comunista y la Asamblea Nacional, honras fúnebres, la Marcha de las Antorchas del 28 de enero, y los muy selectivos recibimientos a visitantes foráneos.
La delegación oficial cubana estuvo integrada por Ramiro Valdés, el primer ministro Manuel Marrero y el canciller Bruno Rodríguez. También viajaron a Caracas el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, y el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy. Esa composición reafirma que el general continúa al mando, concertado con el comandante de la Revolución y los militares, para sellar los compromisos políticos, negociar el petróleo, el sistema eléctrico, la venta de servicios médicos y medicinas, así como decidir la utilización de las divisas. Entretanto, Díaz-Canel ejecuta con los escasos recursos disponibles para el gobierno, y pretende convencer a los cubanos hambreados, mal pagados y sin esperanzas para que participen en las elecciones del 26 de marzo.
Raúl Castro recibió al general de Ejército Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia, en visita de trabajo, el 28 de febrero. Participaron, además, Aleksander Venediktov y Oleg Khramov, subsecretarios del Consejo de Seguridad, y Nail Mukhitov, asesor del secretario del Consejo de Seguridad. Por la parte cubana asistieron Díaz-Canel y el ministro del Interior, general de División Lázaro Alberto Álvarez Casas.
También Nicolás Maduro los recibió, acompañado por la primera combatiente Cilia Flores, el vicepresidente sectorial para la Soberanía Política, Seguridad y Paz, Vladimir Padrino, y el jefe del Estado Mayor de la Comandancia de las Fuerzas Armadas Nacional, Ornelas Ferreira, según medios oficiales cubanos.
Por su parte, Díaz-Canel recibió a Igor Sechin, director ejecutivo de la petrolera Rosneft, el 3 de marzo. El gobernante enfatizó la gratitud hacia todas las partes de la Federación de Rusia, y particularmente las gestiones de Sechin para afrontar la escasez de oxígeno medicinal durante la pandemia de COVID-19. Al partir, se hizo público su viaje a Caracas para la jornada de tributo a Chávez, pero probablemente se realizaron reuniones tripartitas, muy importantes en el futuro inmediato.
Cuba necesita desesperadamente los combustibles, cuyos suministros Venezuela ha disminuido notablemente, por lo que tiene que procurarlos a precios del mercado mundial, y dar mantenimiento capital o sustituir las decrépitas centrales eléctricas, otras industrias vitales y el transporte. Sin embargo, el régimen cubano carece de liquidez y acceso a créditos por la acumulación de grandes deudas y su permanencia en la lista de patrocinadores del terrorismo.
La petrolera rusa Zarubezhneft explota los yacimientos de Boca de Jaruco, en Santa Cruz del Norte, pero la extracción de crudo ha disminuido. La utilización del petróleo cubano, con muy alto contenido de azufre, ha deteriorado las termoeléctricas, que cuentan casi cuatro décadas de explotación, cuando la vida útil en condiciones normales ronda los 30 años.
Los ejecutivos rusos han subrayado que Putin supervisó los compromisos establecidos durante la visita de Díaz-Canel en noviembre de 2022, y las sesiones anuales de la Comisión de Colaboración. En cuanto a Venezuela, Rozneft posee los campos de crudo Petromonagas (40%), Petromiranda (32%), Petroperija (40%), Boquerón (26,6%), Petrovictoria (40%) y Junín 6 (más del 30%). No obstante, han existido dificultades para su explotación debido a las sanciones de Estados Unidos, según publicó BBC News. El gobierno de Rusia tiene pendiente el cobro de grandes préstamos y rescates financieros.
En cuanto a la participación en los homenajes a Hugo Chávez, fue notable la ausencia de los presidentes de Brasil, México, Honduras, Argentina y Colombia. Solamente asistieron Luis Arce, de Bolivia; Daniel Ortega, de Nicaragua; Roosevelt Skerrit, de Dominica y Ralph Gonsalves, de San Vicente y las Granadinas, a la sazón presidente pro tempore de la CELAC. Participaron también los expresidentes Rafael Correa, de Ecuador,; Mel Celaya, de Honduras y Evo Morales, de Bolivia.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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