MIAMI, Estados Unidos. — El recién finalizado mes de enero trajo consigo numerosos reportes de accidentes de tránsito en Cuba. Uno de los últimos —una colisión que dejó sin vida a un turista dominicano y provocó heridas a otras seis personas— volvió a dejar al descubierto el riesgo que implica para nacionales y extranjeros moverse en las carreteras de la Isla.
En ese escenario, salta a la vista una interrogante: ¿ha aumentado la accidentalidad en el país o los siniestros se mantienen en sus niveles habituales?
Según cifras de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), durante 2022 ocurrieron en Cuba 9 848 accidentes de tránsito —a razón de 27 por día— que costaron la vida a 700 personas y dejaron 7 547 lesionados.
Las estadísticas —que pertenecen al informe anual de la Comisión Nacional de Viabilidad— marcan una disminución con respecto a los años anteriores a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, diariamente se registran decenas de siniestros en varias provincias del país, en muchos casos con víctimas fatales.
Solo en La Habana se produjeron el pasado año 3 300 accidentes en la vía, con un saldo de más de 100 fallecidos; siendo la mayoría de las víctimas fatales niños y ancianos.
Los accidentes de tránsito en Cuba se han normalizado, incluidos los masivos, que suelen implicar a varias personas e incluso a más de un vehículo. Ni siquiera los ómnibus más modernos que circulan en Cuba ofrecen seguridad a los habitantes de la Isla, tal y como ha quedado demostrado en más de una ocasión.
El pasado 2 de enero, un ómnibus Yutong que transportaba a profesores se volcó en el Kilómetro 4 de la autopista de Guantánamo. En el accidente murieron cuatro personas y 28 resultaron lesionadas.
Días después también se volcó en Las Tunas un camión de pasajeros que transitaba el Kilómetro 21 de la carretera “Amancio” – “Colombia”, al sur de la provincia. El accidente dejó un saldo 52 heridos, varios de ellos graves. Aunque en el hecho no falleció ninguna persona, la elevada cifra de heridos marca por sí sola el nivel del riesgo que corren los cubanos en las carreteras de la Isla.