MIAMI, Estados Unidos.- Cuba se ha convertido en la vía de escape para venezolanos que, de otra manera, enfrentarían junto a decenas de millones de compatriotas la crítica situación que se vive en su país.
Un reportaje del periodista Iván García publicado por Diario Las Américas recoge los testimonios de varios de esos venezolanos llegados a Cuba y que trabajan o estudian en la isla. Para paliar sus necesidades económicas se dedican a la venta de ropa u otras actividades.
Entre los entrevistados está un matrimonio que vive en un alquiler del municipio habanero de Diez de Octubre. La mujer, de nombre Lianet es una joven que cursa el último año de la carrera medicina. Su esposo, Eddy, afirma ser miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela y trabajar para PDVSA.
“Mi salario es en pesos convertibles, y para estar juntos conseguí un alquiler por 60 CUC mensuales. En la etapa de Chávez, antes de la feroz crisis económica que vive mi país, ganaba más, pero ahora el Gobierno de Maduro ha hecho recortes o se pasa meses sin pagarles a los que trabajamos fuera. Entonces, como dicen los cubanos, uno tiene que inventar, hacer mil maromas”, cuenta Eddy.
Describe el reporte que Eddy también va con su tarjeta crédito por las tiendas de la capital a “raspar cupones”, como llaman a comprar electrodomésticos u otras mercancías para un cubano haciéndole un descuento de un 15 o 20 por ciento. El comprador le da el dinero en la mano y “con esa plata compramos dólares en el mercado negro, a 94 o 95 centavos de CUC por cada dólar gringo. Con esos dólares compro ropa en Panamá o República Dominicana, países a los cuales por razones de trabajo suelo viajar. Esa ropa luego Lianet y yo la vendemos y multiplicamos las ganancias. Tenemos una cuenta de ahorro en dólares para cuando regresemos a Venezuela. La única manera de sobrevivir allá es con el billete verde”.
Sin embargo, Lianet no quiere regresar a Venezuela porque “aquello está feo. Hay hambre y mucha violencia. Los chamos de diez y once años andan con fierros todo el tiempo. Te matan por cualquier cosa. Y, si gana Maduro, como todo parece indicar, la maldición de Venezuela se dilatará en el tiempo. Mi plan de futuro es residir un tiempo en Panamá o Colombia y desempeñarme como doctora. El salario es muy bueno y se vive sin tantos agobios”.
La pareja se dice chavista y siempre votó por candidatos del PSUV en las elecciones municipales o regionales, pero ahora no tanto.
“A Maduro casi nadie lo apoya”, dice Eddy. “El ‘men’ ha destruido el país y no se ve la forma que puede enderezarlo. La oposición está dividida y un sector corrupto con las ofertas del Gobierno de ofrecerles una tajada de poder. Existe una tercera alternativa, que son los candidatos que vienen del chavismo como Henry Falcón. Yo votaría por él u otro cualquiera. El problema es que Maduro se vaya”.
Diario Las Américas conversó con otros venezolanos en Cuba, de los que, afirma, la mayoría apoya al PSUV. No obstante, la crítica situación en su país los ha hecho rechazar al actual gobierno.
“El peor y más corrupto de todos es Diosdado Cabello. Es un mafioso. No se quedan atrás Tarek el Aissami y Cilia Flores, la mujer del ladrón en jefe. Hay una bola de sinvergüenzas y corruptos en Miraflores. Aquello está infestado. Los cubanos dicen que Cuba está malísima, pero yo quisiera que fueran a Venezuela. La Habana es Miami al lado de Caracas”, dice un entrevistado que compra en La Habana medicinas, latas en conserva y dólares.
“En Cuba los dólares se compran baratos. En Venezuela con 20 dólares tú tiras casi todo el mes. Allá para sobrevivir lo que hay que tener son ‘fulas’, como dicen ustedes. Los precios en la carnicería suben todos los días. Tenemos una inflación que no hay Dios que la pare”, añade.
Por su parte un oficial del ejército de Venezuela que trabaja en una obra de construcción en Baracoa pero que estaba de visita en La Habana, declaró que “de verdad que la situación es penosa. Lo nunca visto. No hay harina ni para las arepas y mucha gente registra los depósitos de basura buscando comida. Maduro, por principio, debiera renunciar”.