LA HABANA, Cuba, 27 de octubre (Aini Martin Valero, PD/ 173.203.82.38 ) -El huracán Rina tiene preocupados a muchos cubanos, principalmente en la región occidental del país.
Las desvencijadas viviendas, el lamentable estado de gran parte de las edificaciones habaneras, la falta de alimentos y hasta de velas para poder alumbrarse cuando falte la electricidad, hacen que la gente sienta mucha preocupación ante la posibilidad de que nos azote otro huracán, debido a las graves consecuencias que podría traer.
Minerva, un ama de casa del municipio Regla, dice que su gran preocupación es el techo de su casa. “Cada vez que anuncian que un huracán se aproxima a Cuba, yo me erizo; figúrate me voy con mis hijos a pasar el ciclón para casa de alguna vecina. Mi techo está en muy malas condiciones y yo no tengo dinero para arreglarlo, así que si viene Rina, prefiero pasarlo bajo el techo de alguien que tenga una casa más segura, porque no voy ni muerta para un albergue”, manifiesta Minerva.
Hay mucho otros cubanos que están en la misma, o parecida, situación que Minerva. La isla ha sido azotada en los últimos años por otros ciclones y muchas de las personas afectadas han tardado varios años en poder reparar sus viviendas. Muchos damnificados de ciclones, que han perdido sus hogares, permanecen en albergues colectivos desde hace décadas, en espera de que el estado les “asigne” una vivienda, en un país que enfrenta un escalofriante déficit habitacional.
Según los pronósticos, Rina podría afectar el Occidente de la isla con copiosas lluvias, lo cual es preocupante debido al ruinoso estado de innumerables inmuebles, sobre todo en la capital, que podrían colapsar debido a las lluvias, aunque no hubiese fuertes vientos. Los pobladores de Pinar del Rio, La Isla de la Juventud, La Habana y Ciudad de La Habana, han comenzado a preocuparse y preparase en la medida de sus limitadas posibilidades.