LA HABANA, Cuba, 20 de octubre (C/R Otero, 173.203.82.38 )-El reclusorio para prostitutas nombrado “Anoncillo”, se encuentra en las afueras de la ciudad de Camagüey. Ocupa unas 75 hectáreas en las que cultivan viandas, hortalizas y frutales. También hay un área que pastan caprinos, aves de corral, cerdos, ganado bovino y equino.
Unas 130 reclusas, en su mayoría jóvenes y adolescentes, trabajan en labores agrícolas durante 8 horas de lunes a viernes.
Las reclusas se quejan de que la mayor María Aidé Rodríguez Echeverría, directora del penal, las trata de forma despótica. Cuando hay una visitas de inspección, exige a las sancionadas que digan que el trabajo agrícola que realizan es “voluntario”.
Además de trabajar en el campo, también estudian y aprenden labores domésticas como parte del llamado Trabajo Correccional Con Internamiento (TCCI).
Según informan familiares de las presas, la producción de la finca donde trabajan las reclusas, es desviada a las casas de funcionarios del Ministerio del Interior (MININT) de esa provincia.