LA HABANA, Cuba.- La Asamblea Nacional del Poder Popular se reunirá el 8 de julio, en su primera sesión de 2016. En la convocatoria de su presidente, Esteban Lazo, no se especificó la agenda.
Usualmente el vicepresidente de Economía informa sobre el desempeño del primer semestre y el cumplimiento de crecimiento del PIB, fijado en 2% para el año. Esto representa la mitad que el precedente, lo que podría ser atribuido a la caída de los precios de las materias primas exportables –fundamentalmente el níquel–, a la sequía y la reducción de la asistencia de Venezuela.
Una información sobre lo tratado y los acuerdos del VII Congreso del Partido Comunista podría brindarse, y probablemente se aprobarán los Lineamientos Económicos y Sociales para los próximos cinco años, adoptados en el VII Congreso del Partido Comunista, que no se publicaron entonces.
Durante el primer semestre será difícil argumentar incrementos del PIB, influido por el estancamiento, la caída o bajo crecimiento de las principales producciones –en particular las agrícolas, como viandas, vegetales, tabaco y arroz–, justificado por la sequía y las copiosas lluvias posteriores. Los diversos problemas afrontados en la agroindustria azucarera se repiten en la mayoría de las ramas.
La zafra 2015-2016 produjo el 80% de su plan, informó el 17 de junio la Agencia Cubana de Noticias (ACN), sin aportar la cantidad alcanzada, que en 2014 fue 1,9 millones de toneladas. Las causas fundamentales se atribuyeron a la sequía en la primavera-verano y las lluvias posteriores, al bajo rendimiento industrial y aprovechamiento de la capacidad potencial, y dificultades en el abastecimiento de caña, así como el alto tiempo perdido en 12 ingenios, deficiencias en el estimado de cosecha de la caña y la arrancada tardía de 14 centrales.
Esto incidió igualmente en los incumplimientos de las producciones de alcohol, alimento animal, levadura, sorbitol y el madurador Fitomas-M para el aumento del contenido de sacarosa en la caña. Reiterados son los incumplimientos de los planes de crecimiento cada año, a pesar de la reorganización de la rama desde 2011 con la creación de la empresa AZCUBA para recuperar esa agroindustria, que en la contienda de 2010-11 había descendido a 1,1 millones de toneladas de azúcar (por debajo de las 1,2 millones de toneladas en 1905). Para la zafra 2016-17 se anunció el propósito de lograr un incremento del 15 por ciento.
Además, la Asamblea debería analizar la efectividad de medidas tomadas por el gobierno. En el período se reinstauró el mecanismo de acopio estatal a la producción agrícola, ineficiente durante decenios y que por desactivarse hace varios años carece de medios, incluido el transporte, para sustituir a los llamados intermediarios privados, que compraban a los campesinos y llevaban la mercancía en camiones propios o alquilados en ocasiones a cientos de kilómetros de distancia, como es el caso de La Habana, surtida hasta por las provincias orientales.
También bajaron los precios y se les fijaron niveles máximos (precios topados) para afrontar el descontento de la población, agobiada porque los bajos salarios y pensiones (equivalentes a unos 20 y 9 dólares mensuales, respectivamente) no permiten afrontar los precios de productos básicos, incrementados durante el paso de los años por la escasa oferta, debido fundamentalmente a la baja producción.
Sin embargo, el malestar continúa pues los productos topados son de buena calidad y cantidad solamente en los reportajes televisivos realizados en lugares escogidos del Vedado y algunos pueblos; los agricultores no sienten incentivo para producir más y las cooperativas exitosas se frustran por la pérdida de las cosechas no recogidas por acopio, la carencia de envases, equipos para procesar o condiciones de almacenamiento.
También bajo el manto dadivoso de otorgar valor al peso, se rebajaron centavos en alimentos comercializados por las tiendas recaudadoras de divisas estatales, lo cual tampoco ha satisfecho al pueblo, que tiene que adquirir la mayoría de los artículos esenciales allí.
El incremento en el turismo internacional contribuirá al aumento del PIB, aunque la importación de la mayor parte de los insumos y los compromisos con las compañías extranjeras incide sobre los ingresos netos. Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Argentina han tenido auge, que en el caso de Estados Unidos es notable.
Las condonaciones de deudas con la mayoría de los acreedores, pendientes desde que el gobierno dejó de pagar en 1986, las facilidades para amortizar y la utilización de la parte restante en inversiones por empresas de los países en cuestión, serán presentados como éxitos en la información sobre las finanzas externas. Las inversiones extranjeras en ejecución tendrían que conocerse en detalle, aunque es poco probable que se analicen.
También debería informarse sobre los resultados de la visita del presidente Barack Obama, las conversaciones, acuerdos y perspectivas con Estados Unidos, tanto gubernamentales como con entidades privadas, y la disposición a implementar las facilidades ofrecidas a los cuentapropistas y otras en el marco de la política pueblo a pueblo de la administración Obama. En cambio podría continuar la retórica agresiva tradicional que no concuerda con la actual postura norteamericana y surtiría un efecto contraproducente entre la población cubana. Asimismo correspondería abordar el curso del acuerdo inicialado con la Unión Europea y los motivos de dilación de su firma.
Muchos otros asuntos requerirían atención, pero como es usual, los cubanos no esperan nada nuevo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y verán en la televisión la escenografía de los diputados elevando el brazo para votar a favor, por unanimidad.