LA HABANA, Cuba -Cuando el petróleo llegó a 90 dólares el barril hace 4 meses, Maduro aseguró que Venezuela podría afrontarlo, pues sus planes estaban basados en un precio de 60 dólares. Al continuar cayendo, garantizó que las limitaciones no reducirían los programas sociales, y rebajó el sueldo a los funcionarios. No obstante, el barril venezolano ha llegado a 42 dólares, y los pronósticos son que no habrá recuperación a los altos niveles pasados en el curso del año. El Banco Central de Venezuela informó que la economía está en recesión, por la caída del PIB en los tres primeros trimestres de 2014. La inflación llegó al 64%, el primer lugar mundial, se espera una nueva devaluación del bolívar, continúa el desabastecimiento, las largas colas, la corrupción y la elevada criminalidad. Para tratar de remedir la crisis el presidente creó el Estado Mayor de Recuperación Económica.
El descenso del precio del petróleo conviene a los importadores, pero lesiona a los exportadores. Para Cuba el abaratamiento del combustible podría ser propicio, porque tendría que hacer erogaciones menores, pero es lesionada al vender parte del crudo recibido de Venezuela en el mercado internacional. Si bien el gobierno cubano ha procurado diversificar por el mundo su exportación de servicios, médicos principalmente, las inversiones realizadas con China, bajo garantía financiera de Caracas, incluso proyectos con Venezuela o en el marco del ALBA, han sido diferidas en los años recientes.
El gobierno cubano no ha podido comenzar a remontar la prolongada crisis con su actualización del modelo económico, y ha tenido que procurar el regreso de los capitalistas, mediante la nueva Ley de Inversión Extranjera, con el propósito de lograr 2.5 miles de millones de dólares anuales. El acondicionamiento del puerto de Mariel, frente a las costas de Estados Unidos, tenía el propósito inicial de ofrecer servicios a los grandes barcos que operarán en la nueva fase del Canal de Panamá. Sin embargo, deberá competir con otros de la zona, entre ellos el de Miami, y afrontar las limitaciones impuestas por legislaciones norteamericanas. Alli, Brasil aseguró posicionarse a largo plazo mediante la ejecución de las obras por la empresa Odebrecht y los créditos del Banco Central. La Zona Especial de Desarrollo de Mariel debería acoger grandes inversiones foráneas, pero los empresarios requieren garantías y beneficios, cuando la precaria situación económica internacional brinda oportunidades en muchos países, y aconseja seguridad y facilidades hoy inexistentes en Cuba, como agilidad en los trámites, surtido para la adquisición de materiales, amplia fuerza de trabajo, e Internet.
Nicolás Maduro, heredero del poder en Venezuela, trató de suplir la ausencia de carisma e inteligencia con el populismo y la represión, apoyándose en la asesoría del gobierno cubano en todas las esferas. El fracasa
do sistema cubano posiblemente contribuyó a la descapitalización de la industria petrolera, entre otros problemas de dirección económica. Los precios del petróleo comenzaron a caer y se desplomaron a finales de 2014. El mandatario venezolano emprendió una desaforada búsqueda de apoyo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la producción y acusó a los especuladores y al fracking de Estados Unidos.
El canciller Rafael Ramírez, antiguo presidente de PDVSA, realizó una gira por los países miembros, sin lograr convencer a Arabia Saudita, principal productor mundial. A principios de enero, Maduro realizó un periplo, iniciado en Beijing, coincidiendo con la realización de la Reunión Ministerial CELAC-China, para convencer a su homólogo Xi Jinping de que le facilitara unos 16 mil millones de dólares para afrontar el gran desequilibrio de la balanza de pagos. Posiblemente, los chinos no estuvieron dispuestos a financiar a un socio tan voluble, que emprende medidas económicas nefastas y cuya aceptación popular cae en picada. El mandatario había hecho una escala de tres horas en Moscú, donde solo lo recibió un viceministro en el aeropuerto. Luego visitó Arabia Saudita con el proyecto de “lanzar una estrategia consensuada en el mercado petrolero”, que tuvo buena acogida para estabilizar el mercado petrolero, según informó a Telesur. Pasó a Qatar y Argelia. En realidad, la estrategia saudita parece destinada a lesionar a los principales competidores, entre ellos las empresas fracking norteamericanas, cuya rentabilidad demanda un precio del crudo por encima de 60 dólares.
Las cumbres de Cuba-CARICOM y ALBA-TCP en La Habana en diciembre pasado deben haberse centrado en las posibilidades de Venezuela de continuar el suministro ventajoso de los hidrocarburos y respaldando sus proyectos de desarrollo, pero la situación ha continuado complicándose. Para Cuba, la crisis económica -Período Especial de 25 años- se ahondaría en dependencia de la crisis venezolana, y si el gobierno mantuviera atadas las fuerzas productivas y el control absoluto bajo un sistema absolutamente inoperante