LA HABANA, Cuba, 8 de julio (Gustavo Pardo Valdés, 173.203.82.38) -En el marco de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, Héctor Maseda Gutiérrez presentó en la Academia Cubana de Altos Estudios Masónico, un Trabajo Investigativo sobre las relaciones de Bolívar con la Masonería.
En el Evento, que tuvo lugar el martes 5 de julio, se hallaban presentes cinco Académicos de Número; el Sr. Néstor Juan Iglesias Laza, Miembro Emérito de la Corporación; el Sr. Joaquín Monserrate, Consejero de Asuntos Políticos y Económicos de la Sección de Intereses de los Estados Unidos de América; la Lic. Laura Pollán Toledo, líder de las “Damas de Blanco”; el Lic. José Bueno Castro, ex Decano de la Asociación de los Veteranos Masones y la Pedagoga Dora Mesa Crespo.
Maseda expuso elementos sobre las relaciones de Simón Bolívar con la Institución Masónica; resultado de particular interés lo concerniente al relato de lo ocurrido en encuentro entre el Libertador con el General español Pablo Morillo.
Al respecto, el Ponente señala que “entre febrero de 1818 y abril de 1819; Bolívar y Morillo se habían enfrentado militarmente en tres ocasiones en suelo venezolano”; no obstante, el encuentro personal entre ambos se produce a instancias de Morillo, quien había recibido de Madrid la orden “de negociar una tregua con los insurgentes patriotas”. El 17 de junio de 1820, el general español comunica a Bolívar este propósito. El encuentro ocurre en Santa Ana de Trujillo.
Dice Maseda: “Morillo se presenta rodeado de su Estado Mayor, traje de gala y una fuerte escolta. Por el contrario, Bolívar se aproxima en traje de campaña, montado sobre una mula y acompañado de unos pocos ayudantes”. Sigue exponiendo, “Ambos se acercan, llega el momento de estrecharse las manos. . .” y es entonces “cuando se produce la sorpresa: !ambos eran masones!”; señalando a continuación, “Ese reconocimiento los obliga por encima de las rivalidades, a honrar a la Institución a que pertenecen sin que tengan en cuenta los antagonismos que los separan se funden en un abrazo sincero”. Estos hombres brindaron una lección a la posteridad, demostrando que poco importan las diferencias si se actúa con el corazón abierto. De este encuentro derivó “una tregua que duro varios meses”.
Concluido el Evento, algunos de los asistentes estuvieron comentando sobre “lo beneficioso que sería para Cuba, si aquellos que se ocupan de los asuntos políticos de la Isla; oficialistas y opositores, siguieran las enseñanzas que derivan de este encuentro, y se reconocieran entre sí, no como adversarios, si no como cubanos.
Maseda dejó una grata impresión por lo exhaustivo de su investigación y por el mensaje que llevaba su exposición.