LA HABANA, Cuba, 26 de julio (Agencias, 173.203.82.38) – Si Estados Unidos desea hablar con Cuba de igual a igual, “la mesa está servida”, aseguró el jueves gobernante Raúl Castro en la oriental provincia de Guantánamo durante el acto central por el 26 de julio, una de las efemérides más importantes decretadas por el régimen de la isla.
“Los cubanos somos gente pacífica…nos gusta hacer amistad con todos, incluyendo con los Estados Unidos”, comentó Castro en un improvisado discurso al terminar el acto conmemorativo, dijo la agencia Associated Press.
“El día que quieran, la mesa está servida”, agregó el mandatario, quien considera que se pueden debatir con Washington todos los temas desde la democracia y la libertad de prensa hasta los derechos humanos, pero “en igualdad de condiciones porque no somos sometidos, ni colonia de nadie, ni títere de nadie”.
Ello también implica, agregó, hablar sobre los problemas que en estos mismos aspectos enfrenta Estados Unidos y sus aliados occidentales, según dijo AP.
Castro criticó también a los disidentes, a los cuales consideró una avanzada de los grupos de interés estadounidenses sobre la isla “que no están haciendo otra cosa para que creando las bases y aspirando para que un día aquí suceda lo de Libia”.
“No tenemos ningún interés en hacerle nada a nadie, pero defendemos nuestro pueblo”, expresó Castro ante miles de personas reunidas en Guantánamo, en un acto que fue transmitido en vivo por la televisión nacional.
Vestido de uniforme verde olivo, Castro tomó la palabra luego de que el acto parecía acabarse y, a diferencia de la mayoría de las veces, improvisó , reportó AP.
El 26 de julio marca para el régimen de la isla el Día de la Rebeldía Nacional porque en 1953 Fidel Castro, su hermano Raúl, y un grupo de jóvenes encabezaron una acción armada para tomar el cuartel Moncada y otros puntos relevantes de Santiago de Cuba, en el oriente del país. El asalto, impensable bajo las actuales condiciones de Cuba, resultó un sangriento fracaso en el que decenas de los asaltantes murieron durante y después del operativo.
Sin embargo, Fidel y Raúl Castro fueron encarcelados y procesados judicialmente. El propio Fidel Castro tuvo derecho a su autodefensa, conocida como “La historia me absolverá”. Años más tarde fueron liberados y, en 1956, regresaron a Cuba al frente de la rebelión que terminó expulsando en 1959 al entonces gobernante Fulgencio Batista.