LA HABANA, Cuba .- El ministro de Cultura, Rafael Bernal, se presentó al final de la tarde de ayer en la vivienda de Tony Díaz, el director de teatro que fue brutalmente asesinado este último miércoles. La policía tenía acordonada la zona con un fuerte dispositivo, de manera que el acceso de la prensa independiente fue imposible en un plano cercano a la casa.
El noticiero nacional de televisión ha dado la noticia como una muerte natural, sin ofrecer detalles de cómo ocurrió el fatídico deceso del teatrista de 69 años de edad.
Tony Díaz vivía en la calle San Bernardino 260, en la barriada habanera de Santos Suárez. Fue apuñalado varias veces y también degollado. Lo dejaron en su cama tapado con sábana, un día después de que el artista festejara con sus amistades.
Sustrajeron una computadora, equipo de música y video, ropas y zapatos, y dejaron el escaparate revuelto. Nadie vio al autor o a los autores del crimen. Los perros de la policía siguieron el rastro hasta diez cuadras abajo y lo perdieron en Vía Blanca, según comentaron vecinos a este reportero.
Tony Díaz fue un destacado diseñador de luces y escenógrafo ligado al grupo de teatro Rita Montaner, cuya sede se encuentra en una calle céntrica de El Vedado. Luego fundó su propio grupo, Mefisto, y comenzó su carrera como director de escena. Su puesta más incómoda para la oficialidad fue Huevos, del dramaturgo matancero Ulises Rodríguez Febles, estrenada en La Habana en 2007. El texto recientemente tuvo una versión en Miami por el grupo Akuara Teatro.
Huevos retoma los tristes episodios de los años 80, cuando el estado cubano instó a la población a agredir física y verbalmente a sus conciudadanos que se marchaban del país, creando los tristemente célebres Actos de Repudio.
Sobre esta puesta de Díaz, la prensa oficialista no hizo mucho hincapié en su momento.
Todavía no se tienen confirmaciones del móvil del crimen. Pero cabe recordar que en septiembre pasado murió prácticamente de la misma manera el connotado bailarín y director de danza de Guantánamo Alfredo Velázquez Carcassés, cuando justamente estaba en la cumbre de su carrera a los 44 años.
Con mucho talante lo recuerda su vecino Darsi Ferrer
En la ciudad de Miami, donde vive su exilio político, el activista cubano Darsi Ferrer lo recuerda como alguien discreto y con mucho talante.
“Nunca fue mi amigo, apenas hablé con él. Vivía prácticamente frente a mi casa y nunca me negó el saludo, a pesar de que a los opositores políticos declarados abiertamente casi nadie nos saludaba.”, comentó a Cubanet el médico disidente.
Ferrer dice que Tony Díaz era una persona seria, educada, muy respetuosa y que guarda un buen recuerdo de él.