Esta Sección



NoticiasDenunciasDocumentosArtículosOrganizacionesEnlaces
CubaNet

Julio 16, 2004

El derecho a no ser masificados

Víctor Manuel Domínguez, Lux Info Press

LA HABANA, julio (www.cubanet.org) - La búsqueda del perfeccionamiento de las estructuras sindicales en el sector de la cultura como una de las vías para consolidar la masificación del arte en todos los estratos sociales del país no tiene futuro.

La burocracia, si bien tiene resortes para uniformar las masas, jamás podrá encauzar el vuelo de las musas, la inspiración o como se quiera denominar el proceso creativo.

En un sector de tanta complejidad como el artístico, no sólo por su esencia espiritual sino también por la necesidad de libertad en todos los sentidos, la imposición de normas, sobrecumplimientos, trabajos voluntarios y emulaciones suenan como una bomba en medio de una misa.

Los sindicatos de la cultura, uncidos como bueyes a una yunta nacional que sólo tira por el trillo de la ideología, la propaganda desmedida y el afán de crear un coro cuyo repertorio conste de una sola pieza y melodía -la revolución y sus intereses- están descalificados por inoperantes y absurdos dentro de un movimiento de almas y talentos para el que nada sirven.

Interrumpir el trabajo de un creador para decirle que venció el plazo de pagar la cuota sindical o que tiene dos horas para montar un burro y atravesar la Sierra del Rosario, donde actuará ante un auditorio de seis pescadores y noventa nubes de mosquitos, es una burla.

No porque los trabajadores del mar y los mosquitos no lo merezcan, sino por la obligatoriedad del hecho y la desmesura del disparate.

El arte no es una cosecha de melones que se siembra, se cultiva, se recoge y monta en un camión para repartir a partes iguales entre la ciudadanía.

Mucho menos un arma que sirva "como antídoto a las campañas enemigas de tergiversación de la memoria y a sus intenciones de dañar las raíces que conforman la identidad nacional", como expresara un sabio en memorandums, donaciones y recogida de cartones y botellas vacías, durante la asamblea del sindicato provincial de la cultura en Las Tunas.

Sin pecar de conceptualizador, el arte nace del artista y está ahí para enrumbar la sensibilidad, como paliativo contra las enfermedades del alma y como incentivador de cualidades que nos enseñen a comprender lo malo de la vida y a disfrutar todo lo bueno.

Eso de que con un poema de Ernesto Cardenal los campesinos cumplirán el plan en la cosecha de papas o si un vaquero escucha la Quinta Sinfonía de Bethoven sus vacas -o mejor dicho, las vacas a su cuidado- se convertirán en bailarinas para el sector turístico, está por ver.

Por eso resulta risible que la culpa del estancamiento en la masificación cultural se le achaque a las carencias materiales, el incremento del mercantilismo, la inmodestia y otras manifestaciones negativas, como expresaran varios especialistas en bonos de cotización, diplomas y trabajo voluntario, en las asambleas provinciales que se desarrollan previas al VI Congreso del Sindicato de la Cultura, a celebrarse en diciembre en nuestra capital.

Que un ladrón de tejados, patios interiores y bodegas de barrio se arrepienta de sus fechorías por escuchar Aída, sentir el suco-suco brotando por sus pies o conocer que Junichiro Tanizaki es el autor de "Hay quien prefiere las ortigas" no indica la perfección del mecanismo, la certeza objetiva que de la rumba nazca un delincuente ni de un canto gregoriano un místico con rosario y silicio.

La masificación se estanca porque en el arte, como en la vida, todos no tienen los mismos intereses. Porque primero hay que ganarse el pan, para luego hacer el verso, como dijera Martí, y porque ningún sindicato oficialista en Cuba, con su carga de oportunismo, presiones, desconocimiento, incondicionalidad al régimen por encima del trabajador, es digno de representar a quienes consideran una ficha más en el tablero de una historia para ser contada y no vivida.

Más allá de proyectos de cultura comunitaria de innegable valor en algunos puntos del país, así como del enriquecimiento espiritual que sin dudas trae el contacto con el arte -seleccionado, no impuesto- el horizonte propagandístico se lleva las palmas en eso de anunciar un aluvión cultural imposible de concretarse mientras, tanto el artista como el espectador, no tengan garantizados sus requerimientos básicos.

Por todo eso, sin lugar a dudas, la masificación es buena sólo en las vacunas, y las libertades en el derecho a no ser masificados.

LUX INFO-PRESS
Agencia Cubana Independiente de Información y Prensa
2471 N.W. 21 Terrace
Miami, Florida 33142
E-mail: Fsindical@aol.com


CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente.

 

SECCIONES

Noticias | Artículos | Documentos | Denuncias | Organizaciones | Esta Sección

SECCIONES EN CUBANET

...... NOTICIAS ...... Prensa Independiente | Prensa Internacional | Prensa Gubernamental ......
...... BUSQUEDAS ...... Archivos | Búsquedas | Enlaces ......
...... INDEPENDIENTES ...... Cooperativas Agrícolas | Movimiento Sindical | Bibliotecas ......
...... DEL LECTOR ...... Cartas | Debate | Opinión ......
...... CULTURA ...... Artes Plásticas | Fotos de Cuba | Anillas de Tabaco ......
...... CUBANET ...... Semanario | Quiénes Somos | Informe 1998 | Correo Eléctronico ......
...... OTROS IDIOMAS ...... Inglés | Alemán ......