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Agosto 15, 2003 Convocatoria para el perdón
LA HABANA, agosto - La Habana, al parecer, es un negocio próspero, cuando cientos de jóvenes arriesgan su libertad, y hasta sus vidas, en un comercio carnal considerado indecente por la sociedad y penado por las leyes de quienes tienen bastante responsabilidad en estos hechos. Maité "Ibiza no es Ceballos, y Madrid -gracias a Dios y al capitalismo- no es La Habana", me dice mientras aborda el turistaxi hacia el aeropuerto José Martí, de vuelta hacia el trabajo en una joyería y a su hogar adoptivo, allá en España. Su cabellera rubia, que se confundía con el amarillo de los naranjales en su natal Ciego de Avila, se sale por la ventanilla cuando asoma la cabeza para indicar un bache gigantesco que amenaza tragarse al auto y a sus pasajeros en la calle Gervasio esquina a Neptuno, en Centro Habana. "Sobre la tierra roja de Ceballos, bajo un naranjo en flor y un profesor de inglés que tarareaba 'amo esta Isla, soy del Caribe', una canción de Pablo Milanés, perdí la virginidad y gané conciencia del poder seductor de mi cuerpo adolescente. "Vine para La Habana a los 18 años de edad, ya cuando toda la policía especial conocida como 'La lacra¡ había intentado acostarse conmigo o sobornarme para que delatase a las que como yo ejercían la prostitución. "Y acá, aunque logré 'levantar' muchos extranjeros con bastantes billetes, fui enviada a la prisión para prostitutas Villa Delicia por dos años, donde recibí vejaciones, golpes, en medio de un infierno que no quiero recordar. "Mis padres me aconsejaban: 'Maitecita, con esa cara, ese cuerpo y esa juventud, ¿crees justo que estemos a frijoles y arroz toda la vida? Mira, mira a esa negrita de los bajos. Se empató con ese viejo baboso alemán, y es la reina de la cuadra. Ya no mira a nadie, y mucho menos cuando viene cargada de la shoping. Sólo le da limosnas a la presidenta y a la de vigilancia del Comité para que no la delaten. Haz algo, nena, porque los años pasan y ahorita tu mercancía ya no sirve en el mercado de la prostitución. Porque los viejos cada día las quieren más jovencitas. En sus países dicen que cuesta un carajal, y aquí hasta por un pomo de aceite se acuestan con ellos'. "Y me acosté con alemanes, checos, búlgaros, españoles, franceses y hasta coreanos -del Sur, por supuesto. Eso sí, prohibido acostarme con nacionales, no sólo porque no tienen dinero, sino porque mi esposo lo considera un acto de adulterio. "Hoy vivo libre en España, junto a mi esposo, y no tengo que vender mi cuerpo. Tengo 28 años, y lo que más deseo es que las sobrinas que dejé en Cuba no tengan que seguir mi camino para conocer algo parecido a la felicidad y el respeto a sí mismo. "Soy graduada de computación, y del jineterismo sólo me queda el mal recuerdo". Arazay Arazay se recuesta al Muro del Malecón y mira, de forma disimulada, la carga de turistas que va dejando un ómnibus a las puertas del Hotel Riviera. El sol apresura su paso para hundirse en el mar, y el resto de gaviotas sobrevivientes del éxodo provocado por la contaminación de las aguas cruza en bandadas quién sabe hacia donde. "¿No te importa que sean viejos? ¿O jóvenes aberrados?", le pregunto. "Lo que me importa son los viejos que dejé en la casa, allá en Holguín. Ellos comen y viven decorosamente gracias al comercio de mi cuerpo con estos carcamales. Son los que más pagan. "En cuanto a lo segundo, no hay más aberración que tener que cocinar con leña o aserrín, dormir sobre una colchoneta desvencijada, sin tripa apenas, o no tener ropa que ponerse, pantaletas que estrenar, zapatos que lucir, o simplemente, el derecho a entrar en cualquier lugar limpio y acogedor de mi país. Y todo eso, bajo un sistema que se proclama el más justo del universo, y se vanagloria de que sus prostitutas tenemos un alto nivel educacional, y si lo hacemos es por placer y no por necesidad. Pamplinas para extranjeros. Mentiras impúdicas para la opinión internacional. Carecemos de todo lo elemental, de todo, para sentirnos humildemente satisfechos. Hasta de la libertad para expresarlo. Aberrante es que mi madre, después de ejercer el magisterio durante 31 años hasta llegar a ser Vanguardia Nacional, haya estrenado un televisor, una bata de casa, una cama y un cuarto para ella y mi papá gracias a mi oficio". "¿Ellos están de acuerdo?" "No, que va. Ni nunca lo estarán. Pero cada necesidad resuelta es un granito de arena para su perdón, y una palabra acusatoria contra el régimen, aunque mi padre haya sido combatiente internacionalista. "Tuve una infancia relativamente feliz, gracias al engaño. Pero las necesidades materiales se fueron acumulando, y los supuestos valores de la revolución se convirtieron en una camisa de fuerza que me asfixiaba". Arazay fue atleta de alto rendimiento -entre los 12 y los 16 años- en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) de Holguín. Practicaba artes marciales. Comenzó a jinetear a los 17, y hoy con 24, luego de cumplir un año en la famosa Villa Delicias, se apresta a partir hacia Suecia, casada con un ciudadano de ese país. "Volveré. Y los policías que me acosaban -más por mi cuerpo que por mi oficio- bajarán la cabeza cuando pase. Los que me botaron de los hoteles, las discotecas y otros sitios por ser cubana me dirán señora, y harán alardes desde su repugnante sumisión ante lo extranjero, o lo que provenga con esa etiqueta, y que tanto rechazan en las asambleas comunales". Jaquelín La barbacoa cruje como el maderamen de un barco en medio de una tormenta. El niño arrastra por el piso el espíritu de lo que fue un caballito de cristal. Bethoven sucumbe dentro de una grabadora en medio de un solar donde mandan el Médico de la Salsa, Candyman y NG la Banda. "¿Por qué la prostitución, si eres ingeniera en alimentos y tu esposo en agronomía?", le pregunto. "Porque no hay pescado que llevar a la mesa en una tierra rodeada de mar, no hay azúcar en un país sembrado de cañaverales y con más de 100 centrales, frutas en un paraíso tropical, ni ningún tipo de libertad en una nación donde la democracia virtual es el pan de cada día", responde. "¿Qué pasó?" "Nos asqueamos, perdimos la esperanza en medio de una sociedad donde un profesional no vale nada si es comunista, y si no lo es también. "Mi esposo cuida al niño cuando se me presenta algo. Y si lo que aparece es un gay soy yo la que se queda en casa. Hemos perdido todo tipo de escrúpulos para sobrevivir. Sólo nos preocupa el futuro del niño". "¿Viviendo de esa forma?" "Sí, para encontrar a alguien que nos saque y él no tenga que pasar por esto. La única huella que le queda a sus tres años de edad es la de los chocolates y otras golosinas juguetes que le proporcionamos. Recuerda que aquí todo es con la moneda del enemigo". ¿Qué imagen tienen de La Habana? "La Habana es un colchón gigante con huecos y alambres retorcidos que apuntan hacia el techo del cielo". -Maité, Ciego de Avila. "La Habana, para las prostitutas, es un campo de batalla donde el objetivo a tomar está en Europa". -Arazay, Holguín. "La Habana es una rosa nacida en el estercolero de la desesperanza". -Jaquelín, Ciudad de La Habana. cnet/09 LUX INFO-PRESS CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente. |
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