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Julio 29, 2003 Innumerables los maltratos en la prisión de máximo rigor Kilo 7 LA HABANA, 28 de julio (www.cubanet.org) - Las prisiones de mayor rigor del país, Kilo 7, Kilo 8 y Kilo 9, se encuentran en la provincia de Camagüey. En ellas cumplen sanciones 10,905 reos. José Agramonte, director de la fundación Democrática Jorge Mas Canosa, envió a Lux Info Press un informe que recoge las denuncias de activistas de derechos humanos sobre las violaciones que se cometen en Kilo 7, que van desde la tortura física hasta la psicológica. Humberto Torres, del destacamento 15, fue víctima de una paliza, propinada por un preso común encargado de la disciplina. La causa aparente fue que Torres no quiso participar en una "tribuna abierta" en el soleador del penal. En la golpiza estaba presente el reeducador, que permitió con su silencio que le rompieran el tabique nasal y le provocaran varios hematomas alrededor de los ojos y en el pómulo derecho. En el destacamento 17, el oficial de Orden Interior Ricardo Wilson le negó la visita de sus familiares a Yosvani Montero Ferrer, y además le suspendió el beneficio del régimen de mínimo rigor por lo menos durante seis meses, por haberle encontrado en una requisa fotos que consideró comprometedoras. Ernesto Reyes Soto, del destacamento 10, sufrió dolores migrañosos, y cuando solicitó ayuda médica la enfermera le inyectó agua, burlándose de su padecimiento. Cuando reclamó a la enfermera fue golpeado y conducido a una celda de castigo durante 21 días, acusado de indisciplina. Carlos Alberto García, del destacamento 8, sufría dolores intensos en el abdomen, pero el oficial Lázaro David Roca le negó atención médica. Después de dos días de dolor y sangramiento por la boca y el ano fue intervenido quirúrgicamente en el hospital Amalia Simona de úlcera diodenal y peritonitis, infección que agrava el cuadro y pudo llevarlo a la muerte. Por su parte, el reo común Pascual Hernández Escobar, del destacamento 9, que cumple una sanción de 12 años de prisión por la causa 274/97, se plantó como protesta ante la negativa de trasladarlo a la ciudad de La Habana, donde reside. El oficial Rigoberto Negrín, responsable de la población penal en la prisión de máximo rigor Kilo 7, conoce todas estas denuncias, realizadas por los familiares de los prisioneros, pero no hace nada para resolver la situación, manifestó José Agramonte. "El lenguaje de las prisiones es a 'tonfaso limpio'", concluyó. cnet/24 LUX INFO-PRESS CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente. |
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