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Junio 17, 2003 Violan derechos de los presos comunes LA HABANA, 16 de junio (www.cubanet.org) - Los oficiales de Orden Interior y los encargados de la reeducación en la prisión de máximo rigor Kilo 7 aplican severas sanciones físicas y psicológicas a los presos que manifiestan inconformidad con el trato recibido de ellos. Samuel Vigil Vidal, que extingue una sanción de 16 años de privación de libertad en el destacamento 10, tuvo que ser ingresado en la cama 31 de la Sala de Penados del hospital provincial Amalia Simoni, después que el reeducador lo golpeó sólo por reclamar atención médica, según la madre del recluso, Rita Vidal. La señora Vidal manifestó que su hijo presentaba una pequeña lesión en el pie izquierdo que no recibió tratamiento médico, lo que provocó una infección que llegó al peroné. Los médicos opinan que es muy probable que haya que amputarle la pierna izquierda. Por su parte, l recluso Esnen González Chico, del destacamento 9, en el cubículo 10, fue golpeado con bastones de goma por los oficiales de Orden Interior Nelson Reyes Guzmán y Yunieskis Heredia. La razón de la golpiza fue que González Chico vestía ropa blanca por presentar hipersensibilidad en la piel, y se negaba a ponerse el uniforme de preso. Su padre, José González Pedroso, dijo que los oficiales no tuvieron en cuenta los certificados médicos que autorizan al reo a vestir ropa blanca. Como resultado de la agresión, González Chico sufrió una herida en la cabeza que requirió sutura. Asimismo, el preso común Eliades Reyes, recluido en el destacamento 17, fue condenado a 21 días en celda de castigo, y separado definitivamente de su puesto de cocinero en el penal. El capitán Raúl Sánchez, jefe de cocina, y Filiberto García, jefe de Reeducación, argumentaron que el recluso violaba el orden establecido y criticaba la alimentación que se le suministra a los reclusos. González Chico se había negado a servir yuca en estado de descomposición, y dijo que esa comida era para cerdos y no para seres humanos. A otro recluso, Alexander Tedera, del destacamento 3, que manifestó inconformidad por tener que dormir en una colchoneta de guata llena de chinches, y la sacó al exterior, le cancelaron la visita de los familiares y el pabellón conyugal, según informó la madre, Isabel Meneses. Todos estos actos violan los derechos constitucionales de los ciudadanos recluidos en el centro penitenciario Kilo 7, en la provincia de Camagüey. Diversas organizaciones internacionales encargadas de monitorear las violaciones de los derechos humanos en el mundo, resaltan en sus informes anuales que en Cuba los presos son sometidos a torturas físicas, psicológicas, a tratos crueles y degradantes, con lo que se incumple el artículo 5 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. cnet/24 LUX INFO-PRESS CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material informativo, siempre que se le reconozca como fuente. |
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