Noviembre 6,
2002
En busca de la palabra exacta
Víctor Manuel Domínguez, Lux Info Press
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org) - La falta de profesionalismo que
muestra la mayoría de los comunicadores en los medios audiovisuales
cubanos, habla negativamente de una programación redundante en sus
deficiencias.
Al adjetivo gratuito atribuido a un programa o desempeño artístico
que prejuicia la valoración del espectador; al farfulleo y cantinflismo
que los aleja de la propuesta, así como a la sobredimensionada y risible
declaración ante supuestos hechos de alto valor político y
cultural, se suma la ausencia de una formación integral, lo que hace
desembocar la presentación en un mar de silencios, muecas, imprecisiones
y rostros desesperados.
Asimismo, la gelidez gestual, el aire de distanciamiento y lo impropio de un
desenfado que denota horas de preparación estéril, junto a un
didactismo rayano en la somnolencia, no encuentran el punto medio para tender un
puente de comunicación entre los espectadores y los encargados de
proporcionar fluidez al encuentro con el hecho artístico o noticioso.
Si a esto se le añada el bombardeo diario de palabras que demasiado
repetidas se convierten en muletillas, el empleo de expresiones técnicas
que dejan al receptor distante del mensaje, los extranjerismos y otras
deformaciones del habla, no hay dudas de que resultan preocupantes estas
deformaciones para quienes se han tomado en serio lo que se conoce como
masificación cultural.
En un país donde un locutor radial nos convoca a que "empréndamos
una campaña en favor de la lectura"; un dirigente cultural señala
orgulloso la "pleyade" de nuevos escritores en su terruño; el
pregonero anuncia "cunas para niños de madera", y un cartel nos
avisa que se encuentra en venta "carne de embarazada", es preciso
acudir al poeta cuando dice de la palabra "que a veces sus caídas se
hacen enfermedades contagiosas / golpes altisonantes, / hondos despeñaderos,
/o raíces con glándulas en el tiempo".
La búsqueda del buen decir a través del empleo correcto de los
vocablos es un acto que se debe abordar más allá de limitaciones
materiales, desencuentros ideológicos, entusiasmos regionales. Digamos
con el poeta: "la palabra germina en cualquier parte,/ y levanta murallas,
/ y hace pueblos, / y forma con el mundo un esqueleto, /que algún
cronista, un día / pondrá a secar bajo la luna.
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