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Septiembre 30, 2002
Dificultan labor de payasos
LA HABANA, 27 de septiembre (Víctor Manuel Domínguez, Lux Info
Press / www.cubanet.org) - Los payasos por cuenta propia, quienes por lo general
proceden de agrupaciones circenses, teatros infantiles, colectivos de artistas
aficionados, y algunos de la propia vocación o necesidad, son víctima
de las diatribas nacidas de la intolerancia a todo lo que no responda a
instituciones oficiales con libretos y conductas previamente establecidas.
Muchos de estos artistas independientes, sin vínculos labores por
razones ajenas a su voluntad, son calificados como caricaturas de clows que
merodean el universo de las fiestas infantiles con sus chistes vulgares que
aluden a las jineteras, los dólares, el período especial y otros
que provocan en el espectador la risa fácil. Pero se trata de la opinión
de los detractores. La realidad es de otro color.
Otro de los "delitos" que se les imputa a los vendedores de risa a
domicilio es el de no integrar las filas del Círculo de Payasos de Cuba,
fundado hace apenas tres años, y cuyos miembros están obligados a
pagar hasta 200 pesos mensuales al fisco, aunque sus contratos no son estables.
Además, se les descuenta una parte cuando trabajan para el estado.
Si a esto se le suman las significativas inversiones para la obtención
de maquillajes, vestuario, calzado, peluquería y música, entre
otros insumos indispensables para la actuación, resulta contraproducente
pedir permiso para hacer reír a tantos niños cubanos, que valga el
señalamiento, estrenan sus sonrisas mañaneras con los macabros
chistes paternos sobre el posible desayuno, el intento de almuerzo y el quién
sabe o el tal vez de la comida.
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