Diciembre 29, 2000
Cuba no está para fiestas
Juan Padrón Camejo, Unión Sindical Cristiana
PINAR DEL RIO, diciembre - Las pasadas Navidades estuvieron matizadas en
Cuba por el embrollo en el que estuvo envuelto el pequeño balserito Elián
González Brotons, que sobrevivió milagrosamente a un naufragio en
el cual murieron varias personas, entre ellas su madre y su padrastro, que
trataban de llevarlo a tierras de libertad.
El caso Elián le vino del cielo al gobernante Fidel Castro, que ni
corto ni perezoso le sacó provecho a esta tragedia, sobre todo con el fin
de desviar la atención del fracaso que resultó para el gobierno
totalitario de la Isla la IX Cumbre Iberoamericano de jefes de Estado y de
Gobierno celebrada en La Habana, que tuvo matices de oposición por los
incesantes contactos de la mayoría de los mandatarios que asistieron a
este cónclave con los opositores que el gobierno comunista
infructuosamente ha querido aplastar e ignorar.
De nuevo este año 2000 la dictadura tiene en sus manos instrumentos
para tratar de entretener al pueblo, para que no se percate que de nuevo las
bodegas y otros mercados carecen de los productos tradicionales de estos días
navideños, que sólo podrá encontrar en las discriminatorias
tiendas recaudadoras de divisas, donde sólo tienen acceso los dirigentes
y las personas que reciben remesas del extranjero.
El entretenimiento de este año para el pueblo es el caso Luis Posada
Carriles, luchador anticastrista que fue arrestado en Panamá durante la
concluida X Cumbre Iberoamericana por la denuncia de Fidel Castro de que Posada
Carriles planeaba asesinarlo de inmediato; las mesas redondas y las tribunas
abiertas echaron a andar, pero las bodegas y las carnicerías continúan
vacías.
¿Represión? Se ha recrudecido contra los opositores,
sindicalistas y periodistas independientes de Cuba. Una vez más, este año
no tendremos las manzanas ni las uvas, ni los turrones ni el cochinito asado,
pero no nos duele porque Cuba no está para fiestas cuando se encuentran
injustamente encarcelados centenares de compatriotas por hechos de conciencia.
Se destacan entre ellos Vladimiro Roca, Pedro Pablo Alvarez Ramos, Maritza Lugo,
José Luis Pérez Antúnez, Oscar Elías Biscet, los
periodistas independientes Jesús Joel Díaz, Manuel Antonio González
y otros centenares de opositores al régimen que tuvieron que permanecer
esta Navidad en las frías mazmorras del castrismo.
Por eso, cuando las campanas de las iglesias repiquen anunciando un nuevo año
estaremos pidiendo que Dios nos conceda el cambio que esperamos todos los
cubanos, para que no se encarcele a otro hombre por sus ideas ni se persiga a
ningún periodista independiente por denunciar la brutalidad policial o la
corrupción y que nos podamos abrazar en una Cuba democrática los
cubanos de la diáspora y los que vivimos aquí, en esta tierra que
es de todos los cubanos que la amamos estemos donde estemos.
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