LA HABANA, Cuba -Aunque a Cuba vuelan 36 aerolíneas internacionales para conectarnos con 51 ciudades del mundo, y el país tiene once aeropuertos, siete marinas y tres terminales de cruceros, los niños cubanos, ya jóvenes, inventan sus medios para llegar a Estados Unidos, y escapar así del dominio estatal castrista, ese que les dice cómo andar, cómo pensar y a martillazos, a través de lecciones escolares, les han metido en sus cabezas odio, desprecio y rechazo hacia Estados Unidos.
Recientemente apareció en la prensa nacional un anuncio para jóvenes sin vínculo laboral o de estudio, cuyas edades oscilen entre los 16 y los 35 años, en el que la Escuela Formadora de Educadores ¨Vilma Espín¨, situada en calle Porvenir 209, en Lawton, ofrece cursos con una duración de tres años para optar por puestos de trabajo. Durante los 3 años de estudios, los jóvenes recibirán un estipendio mensual de 120 pesos cubanos, equivalentes a unos cinco dólares y ya graduados, un 240 pesos de salario, o sea alrededor de 10 dólares.
Enrique, un bicitaxero de Santa Fe, me comentó sobre el anuncio y me dijo que él, pedaleando, resuelve 100 pesos en un sólo día y que ni aún así, le alcanza para mantenerse él y su mujer.
Luego me comenta que la solución sería irse y ayudar a su familia a través de una remesa familiar desde Estados Unidos.
Enrique tiene apenas 25 años. Fue uno de los miles de estudiantes que cada mañana exclamaba como un robot: ¨Seremos como el Ché¨ y que año tras año se aprendió de memoria, según dice: ¨las maldades venenosas del Imperialismo¨.
Le pregunto si puedo poner su foto en internet y me dice que no, porque la policía puede decomisarle su bici taxi. A cambio, me regala uno de sus viejos libros de estudio, titulado Temas de historia de Cuba, para el nivel medio superior.
Se trata de una compilación de textos, muchos de ellos publicados en la Verde Olivo, la revista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, relacionados todos con la obsesiva guerra a muerte que libra Fidel Castro contra Estados Unidos.
Una nota inicial de los profesores señala que el propósito del libro es ¨…entrenar a los estudiantes para que defiendan lo planteado en sus páginas¨, o sea, para que se conviertan en antiimperialistas.
Los títulos de sus textos hablan por sí solos: Las entrañas del monstruo, Contra la anexión, Cuba 1958: controversia entre la Sierra Maestra y la Casa Blanca, El antiimperialismo en la historia de Cuba y un extenso artículo sobre Antonio Guiteras, connotado terrorista anti yanqui de los años treinta del siglo pasado.
-Pero en la barriga de ese monstruo yo quisiera vivir –me dice el joven bicitaxero.
Llama la atención en el libro cómo se hace hincapié en el deseo de numerosos políticos norteamericanos de anexar a Cuba con EE.UU, sin mencionar los numerosos patriotas honorables que coincidían con esa idea, con la esperanza de beneficiar económicamente a la empobrecida y diezmada isla.
El último y extenso tema del libro, Los mambises entran a Santiago, comenta sobre asuntos e informaciones confidenciales de los años 1959 en adelante, pertenecientes a la Embajada de Estados Unidos en Cuba, del Departamento de Estado de EE.UU y de la CIA, extraídos, según dice, del libro El cuarto piso, del diplomático norteamericano Earl T. Smith. Pero resulta curioso que el libro de Smith, editado en EE.UU, jamás ha estado a disposición de los estudiantes, para un buen análisis, ni se puede consultar en la Biblioteca Nacional, según me confirmaron telefónicamente en esa sede.
En este artículo se acusa a George Bush padre, entonces presidente de Estados Unidos, de difamar a Cuba ¨…por supuestas actividades subversivas y terroristas de narcotráfico, de violaciones a los Derechos Humanos y como exportadora de la revolución a Centroamérica¨, cuando todo eso y más, forma parte de la historia del régimen castrista.
No podía faltar, por supuesto, aquella vieja historia, en la que Fidel Castro, al saber que un bohío había sido bombardeado por aviones del Ejército de Batista, le envía el 5 de junio de 1958 una carta a Celia Sánchez, donde le anuncia que su próxima guerra será contra los americanos, sin tener en cuenta que tres meses antes, el 2 de marzo, ya Estados Unidos había retirado el envío de armas a Batista.