LA HABANA, Cuba, febrero, 173.203.82.38 -Por estos días, he estado evaluando las noticias del sector agrícola, que no son pocas, y los resultados finales de la I Conferencia Nacional del único partido oficial en Cuba. De las primeras relaciono los principales elementos. De la segunda, aprecio su fiasco: No habrá cambio. Por lo demás, un país con más 11 millones de habitantes está gobernado por un partido que representa menos del 8% de la población cubana. Si esto es democracia…
Su líder, el General Presidente —como lo llama el Historiador de La Habana—, ha resaltado que saldremos de la crisis guiados por los 311 Lineamientos Económicos y Sociales y los 100 Objetivos de Trabajo de la omnipotente organización comunista. Mientras tanto, la engalanada casta de dirigentes, adolece de ética y gobernabilidad, según las profundas críticas realizadas por la Contralora General de la República.
Contrario a lo dicho por Raúl Castro, el diario oficialista Granma y algunos cortos televisivos demuestran que los cambios y reformas económicas, ni en números marchan bien. Cito:
– 4 de enero:…“el Estado tuvo que comprar en el exterior más de 30 mil toneladas de granos” (¡más de 25 millones de dólares, solo por este concepto!)
– 13 de enero:…“el país, se ve obligado a importar (sic) más de 1.500 millones de dólares en la compra de alimentos en el mercado mundial”.
– 20 de enero:…“299 mil toneladas de viandas fueron a parar a destinos no contemplados…. se quebrantaron los Decretos No.191 de 1994 y el No.80 de 1981”
– 2 de febrero:…“el pasado año dejaron de entregarse a la industria unos 30 millones de litros de leche, hecho que obligó al Estado a erogar 14 millones de dólares en adquirir leche en polvo. Solo en el 2011, en la provincia Villa Clara, se desaprovecharon por diferentes causas más de 20 mil reses”.
– 3 de febrero:….“El 2011 cerró con un decrecimiento del 0.8% en las ventas totales de productos agropecuarios… se dejaron de recaudar 14.3 millones de pesos… y en productos cárnicos 2.100 toneladas menos vendidas que equivalen a 59.6 millones de pesos no recaudados”.
Mientras tanto, en Banao, municipio de Sancti Spíritus, donde se siembra y produce el 85% de la cebolla del país ocurren pérdidas millonarias. Elsa Ramos Ramírez, oficialista de la radio espirituana, presionada por la agencia independiente Yayabo Press, dio cobertura a los graves hechos que acontecen en la cosecha y comercialización de la planta liliácea, en evidente contradicción al reportaje triunfalista de Alain Jiménez, en el Noticiero del mediodía, enalteciendo las supuestas hazañas y sobrecumplimientos de la zafra cebollera.
Ante esos planteamientos contradictorios, el columnista Enrique Ojito Linares, del periódico provincial Escambray, tuvo que destapar el secretismo oficialista en su artículo “Cuello de cebolla”, al consignar que más del 16% de la preciada hortaliza almacenada tiene afectaciones de calidad y daños por más de medio millón de pesos, sin contar las pérdidas de los campesinos, señalando que Banao semeja una plaza sitiada, llena de carretas, con cientos de quintales en estado de descomposición.
El mentado publicista, también significó que los productores le comentaban: “Tengo un plan de 1.100 quintales y no he vendido ninguno”…“Es un crimen ver la cebolla echándose a perder en la finca sin poder hacer nada“… “ya me la llevé para la casa, la muestreé y tenía veintipico de sacos podridos. De aquí no me la llevo más”.
Ojito Linares, bajo el subtítulo “El gobierno de la informalidad”, reseñó el irrespeto a las contrataciones, la paralización de las compras planificadas del Estado a los productores y la ausencia de las provincias de Granma, Guantánamo, Holguín, Santiago de Cuba, Las Tunas, Matanzas y Pinar del Río en las compras.
Esto me recordó a José Ramón (“El Gallego”) Fernández, que en la conferencia partidista decía: “Somos un país agrícola… Es una vergüenza que estos productos no se garanticen…. y que tengamos que invertir millones de dólares en compras de alimentos…. Así no es posible… Debemos comprender lo que significa la agricultura”.
Ahora cuando restan por cosechar más de 14 mil toneladas del codiciado bulbo, seguro que la negligencia y la indisciplina volverán a forcejear por el lugar cimero. Este cuello de cebolla nos hará recordar el desastre de 2009 y tener presente que las palabras se las lleva el viento.