LA HABANA, Cuba, julio, 173.203.82.38 -Elías Carranza, director del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento de los Delincuentes (ILANUD), afirmó en el último encuentro internacional Justicia y Derecho, celebrado en La Habana, que “Cuba tiene grandes logros en la reducción de la criminalidad y es el país más seguro de la región”. Semejante afirmación solo puede hacerla alguien que no reside permanentemente en la Isla.
Arnaldo Peña Calzada, y su amigo Orlando Torres Cardero, ambos en prisión, están acusados de traficar con narcóticos, por llevar consigo 31 mil dólares americanos.
El pasado 23 de diciembre, Peña Calzada y Torres Cardero intentaron comprar un camión particular en Santiago de Cuba, según narra Ricardo, hermano de Arnaldo. Fueron detenidos e instruidos de cargos, por un presunto delito de enriquecimiento ilícito, en la Unidad de Instrucción y Operaciones Criminales de la oriental provincia.
“El dinero lo envió mi hermano José Manuel, que vive en Ecuador, con su amigo, Efrén Rojas Reyes, que también reside temporalmente en ese país”, argumenta Ricardo. En un Estado de Derecho, las pruebas que destruyen la presunción de inocencia corren a cargo del Ministerio Fiscal. En este caso fue diferente.
Fueron los familiares los que acreditaron el origen lícito del dinero. Presentaron a las autoridades declaraciones juradas ante notario, del hermano residente en Ecuador y de una institución bancaria de esa nación. Ambos documentos se legalizaron en el Ministerio del Exterior del país sudamericano. Su amigo, Rojas Reyes, declaró, además, ante el instructor penal del caso, Capitán Daniel Martínez.
“Ellos investigaron el modo de vida y comportamiento en el barrio de Arnaldo, y comprobaron que vivía modestamente”, afirma Ricardo, refiriéndose a las autoridades policiales. Y añade: “Entonces dijeron que mentíamos porque nadie puede entrar a Cuba con esa suma de dinero, sin declararla antes. Pero hay una resolución del Banco Central que permite la entrada al país de moneda libremente convertible, sin límite alguno”.
Los intentos de procesarlos por enriquecimiento ilícito fueron infructuosos. Los acusaron de un delito de tráfico internacional de drogas. De acuerdo con la versión policial, los acusados forman parte de una red de narcotráfico entre Cuba y Jamaica. Y su misión era recaudar las ganancias del lucrativo negocio.
“La policía dice que Arnaldo y Orlando estaban en Santiago para entregar los 31 mil dólares a un jamaicano arrendado en una casa particular”, comenta Ricardo. Las pruebas en contra de ambos, están basadas en la mensajería del teléfono celular, que portaba al momento de la detención Orlando Torres Cardero, amigo de los Peña Calzada.
Cubacel, en Santiago de Cuba, certificó en dos ocasiones que los teléfonos móviles ocupados no presentaban datos de interés para la investigación. No conforme con los resultados, Mayra Arevich, Presidenta de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba. S.A. (ETECSA), a solicitud del Vice Fiscal de la República, certificó la existencia de mensajería desde Jamaica, en el teléfono de Orlando.
“El jamaicano al que supuestamente debían entregarle el dinero, salió del país sin problemas, días después de la detención de ambos, y en los SMS no se mencionan las palabras droga o dinero”, comentó Ricardo. En su opinión, les están fabricando un delito para condenarlos injustamente.
Peña Calzada rebate la hipótesis policial: “Supongamos que le entregarían el dinero a ese turista, cómo lo iba a sacar del país, si la Aduana solo permite sacar hasta 5 mil dólares, siempre y cuando, al momento de entrar, se haya declarado una cifra mayor”, explicó.
“Detrás de esto hay más -comenta Ricardo-: Orlando nació en Las Coloradas, Niquero, un municipio costero de la oriental provincia Granma, por donde más recala la droga en Cuba. Creció junto a Juan Labrada, un cubano residente en Jamaica, que se dedica al tráfico de drogas y personas, desde hace aproximadamente 6 años”.
Según Peña Calzada, el traficante conoce la zona como la palma de su mano. Entra y sale de Cuba sin ser detectado por los oficiales del Departamento Nacional Antidrogas (DNA): “Los que viven en Belic, Palma la Cruz, Las Coloradas, Cabo Cruz (poblados de Niquero), y en algún momento de su vida conocieron o tuvieron vínculos con Labrada, son acosados. Incluso, a algunos les han prohibido acercarse al mar”.
“Antes de esta detención, Orlando estuvo 6 meses en prisión, acusado de salir y entrar al país, desde Jamaica. Luego, fue liberado sin explicación alguna”, explicó Peña Calzada. Orlando se vio obligado a abandonar su barrio natal, por el acoso de las autoridades. Actualmente reside en las Tunas, también en el oriente del país.
Ricardo no tiene dudas de que su hermano está en prisión por la persecución policial sobre su amigo Orlando. Está seguro que desde el principio, las investigaciones giraban en torno al comercio de narcóticos. Sin embargo, no entiende por qué los acusaron primero de enriquecimiento ilícito. “¿Qué hubiese pasado con el tráfico de drogas, si no hubiésemos podido probar la licitud de los 31 mil dólares?”, pregunta.
El caso de Arnaldo Peña Calzada y su amigo Orlando Torres Cardero, es un ejemplo de que en la Isla no existen garantías para el debido proceso y la presunción de inocencia. Un elemento que no tuvo en cuenta Elías Carranza, director de ILANUD, cuando afirmó que Cuba es el país más seguro de la región.