LA HABANA, Cuba, mayo, 173.203.82.38 -El régimen cubano, en su feroz lucha contra la oposición democrática, ha inventado un sinnúmero de figuras “delictivas” con el objetivo de poder encarcelar a quienes manifiestan sus desacuerdos. Es así como tergiversa y demoniza las razones por las que luchan los defensores de la verdadera libertad.
La peligrosidad social, el atentado y la resistencia al arresto, la propaganda enemiga, el desacato a la figura del comandante en jefe y muchas otras que se les ocurran, son pretextos amparados por leyes.
Bajo este oscuro laberinto cayó el joven Alexis Romero Orduñez, según narra en una carta que recientemente me hicieron llegar, donde denuncia, desde la Prisión de Máxima Seguridad Combinado de Guantánamo, las terribles condiciones que ha debido soportar, a partir de su detención y enjuiciamiento, en el mes de agosto de 2012, cuando lo condenaron a cumplir diez años de encierro.
En una parte de la carta se puede leer: “Jamás cometí el delito que me imputan, soy inocente y estoy encarcelado por defender los derechos humanos en mi país y por ser miembro de un partido político opositor, en el oriente cubano”.
En la misiva, dirigida a Nuria de la Caridad del Risco, Secretaria Ejecutiva de la Red de Bibliotecas Cívicas y Directora de la Biblioteca A. Solzhenitsyn, ubicada al oeste de la capital, el reo escribe que pudo saber de ella y de su dirección gracias a un artículo publicado en la Revista Misceláneas de Cuba, que da cuenta del trabajo de los bibliotecarios. Después de felicitarla por su lucha, pide encarecidamente a Nuria que haga pública su terrible situación, a través de algún periodista independiente, y que, si es posible, reenvié su carta al Secretario General de las Naciones Unidas.
Romero Orduñez, residente en la calle Prado No. 210 (Altos), entre Moncada y Agramonte, Guantánamo, describe cómo fue detenido, el 7 de agosto del año pasado, cuando la policía allanó su vivienda, sin causa, sin fundamento y sin pruebas reales. Ese día lo condujeron a la unidad de Operaciones Policiales (carretera El Salvador) y lo torturaron, física y sicológicamente, manteniéndolo durante más de una semana sin ropa y esposado de pies y manos, en un calabozo oscuro, maloliente y sin agua.
Tras este hecho, ignominioso y cruel, el prisionero fue presentado, el día 14 de agosto, ante el tribunal provincial de Guantánamo, bajo supuestas acusaciones de proxenetismo, “toda una farsa montada”, declara en su carta. Posteriormente, fue trasladado para la prisión Combinado de Guantánamo, a la que se refiere como un verdadero infierno, opinión que coincide con las de tres reconocidos opositores, prisioneros políticos cubanos, que pasaron por esta prisión. Me refiero a Oscar Espinosa Chepe, Néstor Rodríguez Lovaina y Randy Cabrera Mayor.
Finalmente, el prisionero Romero Orduñez afirma que nada le podrá hacer cambiar sus ideales. Ni aun en las condiciones infrahumanas en que lo mantienen, con padecimiento de varias enfermedades incompatibles con el régimen penitenciario, a pesar de lo cual le niegan la asistencia médica especializada. Una flagrante violación de lo establecido para el cumplimiento de las reglas mínimas de trato a los prisioneros.