CORRALILLO, Cuba, diciembre, 173.203.82.38 -En la provincia de Villa Clara, ocurren cosas tan inauditas que cuesta creerlas. Esta vez se trata del cierre, con mucha urgencia, de una escuela primaria, en el municipio de Santo Domingo. No dieron excusa alguna a los padres, cuando llegaron, preocupadísimos. Tampoco explicaron por qué les mandaron avisos de urgencia para que recogieran a sus niños, en un tiempo no mayor de tres horas.
Circulan todo tipo de comentarios sobre el hecho, pero la verdad de la verdad está enclaustrada; o al menos eso piensan las autoridades,. Aunque, por más que se esfuercen, en Cuba es difícil ocultar un suceso como el que dicen que ocurrió.
Resulta que una de las paredes del edificio escolar, por estar mal fabricada, se derrumbó. Se supo que a los niños que fueron testigos del hecho, los sentaron muy tranquilitos en un recinto oscuro que tiene la escuela, y allí los tratatron de convencer de que no pueden decir nada a nadie sobre lo ocurrido. Incluso, se comenta que, a cambio de su silencio, les prometieron “juguetes de la shopping” para el fin de año.
Cuando ocurrió la catástrofe, los funcionarios del gobierno se colaron furtivamente por la parte trasera de la escuela, a echarles a profesores y alumnos una de sus charlas, ya comunes en estos casos.
Y cuentan los rumores populares que es así, a base del engaño, como a los niños los tienen como amordazados, para que no digan absolutamente nada sobre lo ocurrido.
La pared que se derrumbó, construida desde hace muchos años, nunca fue reparada, a pesar de su claro deterioro y del peligro que representaba para los niños. De más está aclarar que ya los padres de los estudiantes habían planteado el asunto, en varias reuniones con la dirección de la escuela, pero, como siempre ocurre con estos planteamientos, se les echó tierra y olvido.
Los padres de los alumnos no han dejado de hacer comentarios y críticas sobre el suceso. Pues ahora tienen metidos a sus hijos en un local menos asequible, que no merece el nombre de escuela, pues ni siquiera posee baños para niñas y niños, sino un solo baño para todo el alumnado. El nuevo local tampoco tiene comedor y los alumnos debeb almorzar de pie, o sentados en los peldaños de la escalera.
En tanto, en el lugar del derrumbe pueden verse a unos cuantos albañiles, que al parecer han enviado para que remienden la pared con los pocos materiales que les entregaron.
Qué harán, se preguntan muchos, porque hasta el momento, solo se ve en el lugar una concretera, una carreta con un tanque de agua, y unos cuantos hombres caminando de aquí para allá y recogiendo escombros dentro del recinto de la vieja escuela.
Los padres de los niños van por allí muy a menudo, y muchos se ofrecen para ayudar, para ver si logran que sus hijos salgan rápido del local que ahora tienen como escuela. Pero muy poco han podido hacer, pues allí no hay suficientes materiales de construcción para efectuar una labor como la que verdaderamente requiere el caso.
Así que ya muchos padres temen que pase el tiempo y en la vieja escuela todo siga como está. Sólo falta que en cualquier momento las autoridades decidan que hay otra tarea de mayor importancia para asignarle los materiales y los trabajadores, y ya está, caso cerrado.