HOLGUÍN, Cuba, julio (173.203.82.38) – Tres periodistas del semanario local, ¡Ahora!, se lanzaron al ruedo del periodismo investigativo, publicando un trabajo sobre la prevalencia del proyecto de los instructores de arte. La propuesta fue lanzada al calor de la llamada “Batalla de ideas” y, como otras, entre las que se cuentan la “revolución energética” y los “trabajadores sociales”, forma parte de las múltiples ideas absurdas que ha tenido Fidel Castro durante el último medio siglo.
Castro, con su proyecto, pretendía que las escuelas, mediante el trabajo de los instructores de arte, se convirtieran en el centro cultural de las comunidades. Sin embargo, además de algunas anécdotas tan ridículas como alejadas de la realidad, se recogieron algunas opiniones que ponen en entre dicho la estrategia gubernamental para la cultura.
Según el artículo, en la escuela Miguel Iglesias, de la capital provincial, se recibió, como opinión negativa, la siguiente: “Nada, aquí no se hace nada”, dada por un lugareño. Mientras, dos profesores informaban que la escuela interactúa con los organismos estatales solamente en actividades por el día de la defensa y de los Comités de Defensa y la Federación de Mujeres Cubanas, “no de manera sistemática, pero sí en fechas históricas importantes, cuando se acerca un acontecimiento trascendental”.
Al preguntar sobre el uso de las computadoras de la institución en función educativa con los vecinos, la respuesta fue. “Tenemos dos, pero priorizamos a los profesores ya que redujeron cerca de 30 Kw del plan de consumo eléctrico de la institución”.
En la escuela rural Omar Sánchez, en el caserío de Mayabe, se repitió la historia. Jóvenes aburridos bajo los árboles argumentaron que se hacen algunas actividades sólo en fechas conmemorativas.
Mientras, en la Diosmedes Silva, jóvenes instructoras se quejaron de la apatía de la comunidad y de la poca logística para desarrollar actividades, por lo cual, en la noche los jóvenes se dedican a “jugar, fumar y cometer indisciplinas sociales”.
Desde otro punto de vista, Berta López, profesora, apuntó que el promotor cultural no ve la escuela como una institución de la cual debe servirse, y se conforma con realizar eventos por efemérides pero no aprovecha las reuniones de los CDR, la de rendición de cuentas, y no sale a buscar la cultura fuera ni la trae adentro. Según López, otros actores deben tributar a la comunidad.
No quedó fuera la opinión del presidente de la brigada José Martí en el municipio Holguín. Según el joven, en muchos centros no se aplican los acuerdos entre los ministerios de Educación, Cultura y la Unión de Jóvenes Comunistas. “Conocemos de instructores que tienen que impartir clases en lugar de los maestros ausentes”.
Interesante trabajo el de los periodistas de ¡Ahora!, que aunque no profundizan en los problemas conceptuales de la cultura y la educación comunitaria, tocan un tema sensible en la educación de los cubanos.