LA HABANA, Cuba. -Tras 25 días de prisión en el Órgano de Instrucción Judicial y Criminalística de la Contra Inteligencia Militar, el 27 de diciembre de 2011, Osmany Alfonso Gómez, acusado de malversación, fue trasladado al Establecimiento Penitenciario Valle Grande. Menos de 48 horas después murió.
Negligencia desencadena muerte
Osmany, que en el momento de su fallecimiento tenía 34 años de edad y laboraba como trabador civil de la Fuerzas Armadas revolucionarias (FAR), padecía de cardiopatía isquémica. Su hermano, Adalio Alfonso Gómez, ex capitán jefe de un pelotón de químicos y veterano de la guerra de Angola, asegura que su hermano no cometió ningún delito y que murió porque no le dieron los medicamentos que su enfermedad requería.
“Lo acusaron del robo de 100 tubos en el almacén donde trabajaba como dependiente, pero un balance realizado en ese lugar dio como resultado que no existía ningún faltante. Y en la prisión de Valle Grande me informaron que a ellos nadie les había dicho sobre la enfermedad de Osmany ni del medicamento que requería”.
Respuesta de la Fiscalía
Por su parte, la Fiscalía Militar Principal, en respuesta a un escrito del ex capitán a la Secretaría del Ministro de las FAR donde responsabiliza a dos oficiales de la Fiscalía Militar por la muerte de su hermano, afirma:
“Por otra parte y como conoce, con motivo de esta inconformidad, se inició también el Expediente de Quejas No. 1 del 2012 de la Fiscalía Militar Territorial Minfar-1011, con cuya respuesta usted no estuvo de acuerdo, lo que motivo que se indicaran otras diligencias a fin de esclarecer con más profundidad las causas de la muerte, obteniéndose los correspondientes dictámenes de la Comisión del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular y del Consejo Médico Auditor del Ministerio de Salud Pública. En ambos se explica que el tratamiento que tenía su hermano no constituía la terapéutica integral de la cardiopatía isquémica y que dejar de tomar por un día el medicamento que ingería, no era el acto responsable del fatal desenlace.”
Adalio argumenta
Con esa explicación, Adalio tampoco ha estado de acuerdo:
“He realizado consultas con especialistas y han afirmado que la cortalidona, el medicamento que tomaba mi hermano, dura 12 días en el organismo, él murió 27 días después de su arresto. Pero además, con su padecimiento y con hipertensión arterial, tenían que haberlo llevado, aunque estuviera preso, para un centro hospitalario y no mantenerlo en un calabozo.”
Adalio ha tratado de levantar acta de acusación contra la fiscal, teniente Rosemarys Fonseca Quesada, a quien considera responsable inmediata por la muerte de su hermano, pero a donde quiera que ha acudido le manifiestan que una fiscal no puede ser acusada.
De todas maneras, asegura que continuará buscando que se haga justicia. “Toda mi familia y yo estamos convencidos que mi hermano murió porque los represores no le dieron la atención médica que necesitaba”.