Mientras Cuba presume de uno de los mejores sistemas de educación en América Latina, es uno de los países menos conectados. El ancho de banda limitado, la censura, y los costos prohibitivos redundan en una tasa de penetración de Internet del 3% de la población. ETECSA, el monopolio estatal de las telecomunicaciones se ha comprometido a aumentar el acceso a Internet mediante la apertura de centros cibernéticos en todo el país. Sin embargo, los 2 a 4 USD por hora necesarios para acceder son prohibitivamente caros en un país donde el trabajador promedio gana $20 por mes. El Wi-Fi y el acceso mediante satélite son ilegales y los cubanos que se encuentran en posesión de estos equipos están sujetos a multas elevadas. Recientemente, Alan Gross, un contratista de Estados Unidos, fue encarcelado por intentar introducir al país equipos satelitales con el objetivo conectar la pequeña comunidad judía sefardí a Internet.
SNET y el surgimiento del Intranet punto a punto
En la ciudad de La Habana, los cubanos han contraatacado creando una intranet improvisada conocida como StreetNet (SNET). Mediante enrutadores Wi-Fi ocultos y cables colgantes, esta red ha crecido hasta incluir a 9.000 nodos en toda la ciudad. Durante horas específicas, los usuarios pueden descargar programas de televisión, música y periódicos, así como organizar reuniones y eventos. La red es autónoma y las discusiones relacionadas con política o religión son prohibidas. Estas redes han comenzado a surgir espontáneamente en todas las áreas metropolitanas de la nación.
Para aquellos que no pueden conectarse a las intranets locales hay una alternativa llamada “el Paquete Semanal”. Los paquetes son en realidad memorias flash USB llenas de información digital. Los usuarios llevan su unidad USB a un distribuidor que la carga con la información, por lo general por un módico precio. Los paquetes proporcionan una vía de escape para los cubanos que normalmente tienen acceso a sólo cuatro canales de TV estatal.
Como en la mayoría de las economías comunistas existe un floreciente mercado negro en Cuba. Muchas personas ganan un ingreso mucho mayor que los salarios estatales gracias a negocios ilícitos. Esta economía sumergida ha llevado al desarrollo de sitios como Revolico.com y Cubisima.com que son equivalentes cubanos a sitios de anuncios clasificados como Craigslist.org. Dado que el acceso a Internet es escaso, muchos cubanos obtienen versiones actualizadas de estos sitios semanalmente en memorias flash USB. Una búsqueda rápida en Revolico de “Bitcoin” produjo un anuncio clasificado de alguien que quiere comprar Bitcoin a cambio de CUCs (pesos cubanos convertibles). Sin embargo, el precio de 150 CUC (alrededor de 150 USD) ofrecido por Bitcoin, estaba muy por debajo del precio normal.
La Propuesta de Bitcoin
La falta de acceso a Internet hace que la adopción Bitcoin sea difícil en Cuba. Debido a que casi no existen conexiones de banda ancha, descargar una copia de la cadena de bloques de 30 gigabytes tomaría demasiado tiempo. La mejor solución es tener versiones pre-sincronizadas del cliente Bitcoin-QT. Esta versión pre-sincronizada podría distribuirse en memorias flash USB de una manera similar a la del paquete semanal. Alguien con acceso a la Internet global, podría descargar la versión actualizada de la cadena de bloques y distribuirla a través de las intranets locales. A partir de ahí, el usuario medio con acceso a las intranets podría sincronizar su cliente a la red de Bitcoin mediante la descarga de actualizaciones.
Para enviar remesas en Bitcoin, los cubanos sólo tendrían que proporcionar a sus familiares en el extranjero su dirección Bitcoin pública. Los Bitcoins enviados a esta dirección se recibirían cuando la cadena de bloques sea actualizada en los paquetes semanales. Sin embargo, una vez recibida la remesa, el proceso interno de transferencia de Bitcoin resultaría más difícil y requeriría una conexión real a Internet.
La Comunidad Bitcoin cubana
La comunidad Bitcoin es pequeña pero apasionada. Un “nodo completo” Bitcoin funciona de manera intermitente en la isla. Recientemente, tuve el placer de conversar con Joisy García, miembro fundador del Club Anarcocapitalista de Cuba (CAC). Me dijo que Bitcoin es muy nuevo en Cuba y cualquier tipo de ayuda o asesoramiento es bienvenida. Desde la aceptación de donaciones Bitcoin, el club ha recaudado 850 MBTC ($ 206 USD). También hay una dirección en Twitter, @BitcoinCuba, que acepta donaciones.
Con el final del reinado de los Castro y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los EE.UU. y Cuba, seguramente veremos cambios drásticos en el futuro cercano. Ambos gobiernos han enfatizado su objetivo de hacer que Cuba esté mejor conectada con la economía mundial. En el futuro, debido a su alto nivel educacional, el capital humano será uno de los mayores rubros de exportación de Cuba. El Bitcoin ayudará al cubano promedio a monetizar sus talentos de formas inimaginables hoy. Es la solución no-burocrática y apolítica que esperaban.