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Cuba y Venezuela condenan al Estado de Israel, pero no al grupo terrorista Hamas

MIAMI, Estados Unidos. – En una sesión urgente del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas celebrada este 27 de mayo, Cuba y Venezuela votaron a favor de crear una comisión internacional para investigar las presuntas violaciones de los derechos humanos durante el más reciente conflicto entre el Estado de Israel y la organización palestina Hamas, que gobierna de facto la zona de Gaza desde 2007.

Sin embargo, no condenaron las acciones del grupo terrorista.

Junto a Cuba y Venezuela, Argentina, Bolivia y México tampoco aludieron a los ataques de Hamas ocurridos la última semana.

En total, la resolución obtuvo 24 votos a favor, nueve en contra y 14 abstenciones.

Durante la sesión de la CDH, que fue convocada tras la petición de más de 60 países, la alta comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, dijo que los misiles lanzados por Israel para defenderse de los ataques del grupo terrorista palestino podían constituir crímenes de guerra.

Por su parte, los países europeos no tuvieron una posición única. Mientras que Alemania y Austria rechazaron la resolución por considerar que culpabilizaba demasiado Israel y no condenaba las acciones terroristas de Hamas, Francia se abstuvo.

Durante los 11 días que duró el conflicto, Hamas disparó más de 4 000 cohetes contra Israel.

No obstante, Bachelet apuntó que mientras los israelíes estaban protegidos por el sistema de interceptación y desvío de cohetes conocido como “Cúpula de Hierro”, los civiles palestinos se encontraban indefensos.

Una zona de Gaza, tras los recientes bombardeos (Foto: EFE)

Para Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, la resolución de Naciones Unidas fue “vergonzosa” puesto que era “otro ejemplo de la flagrante obsesión antiisraelí del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, dijo.

La resolución aprobada este jueves encarga a una nueva comisión, cuyos miembros aún no han sido anunciados, que investigue lo ocurrido desde el 13 de abril y no desde el pasado 6 de mayo, fecha que se ha considerado el inicio del último enfrentamiento entre israelís y palestinos.

No se trata de la primera vez que el CDH se propone investigar una escalada de violencia entre Israel y Palestina. Otras comisiones para tales fines ya fueron creadas en 2014 y 2018.

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Carlos Alberto Montaner: Diez razones para apoyar a Israel

base_imageUn artículo escrito para otra guerra,   que es la misma de siempre, 3 de agosto de 2006

1. Porque Israel es la clarísima víctima de una nueva agresión y lo moral es respaldar a las víctimas. Israel abandonó Gaza, y Hamas secuestró a uno de sus soldados y lanzó sus ataques. Poco después, una lluvia de cohetes de corto y medio alcance lanzada desde el sur del Líbano por los terroristas de Hezbollah cayó sobre el país, provocando bajas en la población civil. Varios militares resultaron asesinados. Israel no está atacando: se está defendiendo. Tiene el derecho y el deber de hacerlo.

2. Porque si Israel no se defiende y no consigue proteger a sus ciudadanos, se repetirá la masacre de judíos que ya el mundo contempló (con bastante indiferencia) durante el nazismo. ¿Duda alguien cuál sería el comportamiento de un gobierno palestino integrado por Hamás y Hezbollah que consiguiera derrotar al ejército israelí y dominar el territorio? La amenaza de arrojar a los judíos al mar no es una metáfora sino una ominosa promesa mil veces reiterada por los islamistas más radicales.

3. Porque derrotar y desarmar a Hezbollah le confiere a Líbano la oportunidad de existir como una sociedad próspera, pacífica y libre. Hezbollah, con su agresiva milicia armada por sirios e iraníes (más poderosa que el ejército libanés), no sólo intenta destruir a Israel: ya ha destrozado a Líbano precipitándolo a una guerra que la mayor parte de los libaneses no deseaba.

4. Porque Israel es la única democracia plural y respetuosa de los derechos humanos que existe en el Medio Oriente. La única, por cierto, en la que los árabes, incluso los que detestan al Estado judío, votan libremente y forman parte del parlamento. La única en la que las mujeres de religión islámica estudian sin limitaciones, gozan de los mismos derechos de los hombres y no son tratadas como seres de segunda clase.

5. Porque la única solución a ese conflicto depende de la convivencia pacífica entre Israel y un mundo islámico que, finalmente, como sucedió con Egipto y Jordania, admita el derecho de ese Estado a existir, y parece que ello no va a ocurrir hasta que se abra paso la convicción de que no es posible destruir al Estado judío, algo que resulta mucho más claro si los enemigos de Israel perciben que el mundo libre respalda su integridad sin vacilaciones.

6. Porque detrás de Hamás y Hezbollah están las satrapías siria e iraní, dos regímenes enemigos de Occidente que divergen en el terreno religioso -Siria es una dictadura laica e Irán una dictadura religiosa-, pero que convergen en el odio irracional a las democracias liberales.

7. Porque el éxito económico, político, científico y social de Israel tiene el potencial de convertirse en un modelo para la región. Los más sensatos árabes de Gaza o de la Autoridad Palestina, cuando contrastan la vida miserable que imponen los matones de Al Fatah, Hamas o Hezbollah, con el muy superior estilo de vida de sus hermanos palestino-israelíes, inevitablemente llegan a la conclusión de que la libertad y la racionalidad rinden dividendos.

8. Porque a todo el planeta le conviene eliminar a unos terroristas capaces de provocar una escalada del conflicto que puede derivar hacia una guerra devastadora. Irán está en camino de convertirse en un Estado nuclear, y su presidente, Mahmud Ahamadineyad, ha reiterado que el Estado hebreo debe desaparecer. Nadie duda de que, si lo intentara, Israel respondería en el mismo terreno y el resultado sería una catástrofe para la región y para el mundo.

9. Porque lo que anima a los aventureros a atacar a Israel es el doble lenguaje de los países de Occidente, la indiferencia y la falsa equivalencia, como si las acciones de unos terroristas desalmados que auspician a suicidas-asesinos para que vuelen autobuses escolares o disparan cohetes contra viviendas de civiles tuvieran la misma legitimidad que la respuesta de una sociedad que se defiende de esas agresiones.

10. Porque aquella lección de historia que nos explicaba que los fundamentos morales de la civilización occidental se encontraban en la tradición judeocristiana era cierta. En Occidente, Israel somos todos. Y si algún día Israel perece, será un poco la muerte de todos nosotros.