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El general Raúl Castro y sus boinas rojas

Boinas rojas, Raúl Castro, Cuba

LAS TUNAS, Cuba. ─ El pasado sábado, para dar fe de vida y de mando real, el ya nonagenario general de ejército Raúl Castro fue a saludar y, de paso, revistar sus tropas como en los viejos tiempos. Lo hizo, técnicamente, o, según su decir, sin “fanfarrias” (esto es: sin consignas ni comparsas). Tampoco hubo acompañamiento de civiles confraternizando o husmeando entre militares, sin importar cuan encumbrados fuesen los invitados, por aquello de “entre guardias pocos civiles” o por considerarlos murmuradores incorregibles, potenciales correveidiles, ya fuera por acción delictuosa u omisión negligente, como ya sucedió cuando fue defenestrada aquella cofradía de elegidos que también integró Miguel Díaz-Canel, al que el mismo Raúl llamó un “sobreviviente”.

Pero ni Díaz-Canel, que como “presidente de la República” y según el artículo 128 (inciso i) de la Constitución desempeña “la jefatura suprema de las instituciones armadas” ─y que por estos días y luego del estallido social del pasado julio está muy ocupado haciendo visitas proselitistas por campos y ciudades, tratando de conseguir adeptos no importa si entre curas, santeros, campesinos, estudiantes universitarios o vecinos de barrios marginales─, ni ningún otro comisario civil apareció junto al general Raúl Castro celebrando el 40 aniversario de una de las unidades élite de las Fuerzas Armadas.

Los llamadas boinas rojas tienen como misión no sólo velar por la disciplina de las tropas y todo lo que concierne a los reglamentos de ellas, sino que, yendo más allá de las instituciones castrenses, se convirtieron en los soldados-policías sancionados por la administración Biden por sus conductas represoras durante los sucesos del 11J. Se trata de uniformados que, tocados con birretes rojos y toletes en la cintura, han militarizado las ciudades cubanas, sin encontrarse Cuba en estado de guerra ni de emergencia nacional. Luego, cabe preguntar: Si tan importantes son los soldados-policías en la “protección del pueblo y su tranquilidad ciudadana”, según dicen… ¿Por qué al cumpleaños de los soldados-policías no asistió ningún gobernador civil? ¿O es que acaso en Cuba los gobernadores son los soldados-policías y no los que dicen gobernar?

Haciéndose acompañar por el general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas y por el general de división Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior, ambos miembros del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), el general Raúl Castro presidió la ceremonia militar por el 40 aniversario de la fundación de las Tropas de Prevención, donde un grupo de militares fueron acreditados como militantes del PCC y la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas) con la notoria ausencia de funcionarios civiles de la demarcación de esa unidad.

Prevención, en argot policial, significa puesto de policía donde se llevan las personas que han cometido algún delito, y entre militares, prevención es la guardia del cuartel. Así, cumpliendo con esos significados e integrando el sistema jurídico y de la Contrainteligencia Militar (CIM), las Tropas de Prevención fueron creadas en 1981 por orden del entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), general de ejército Raúl Castro. Y aunque ahora vemos a los “boinas rojas” ─así llamados por el color del birrete
─ patrullando las ciudades cuales policías de orden público, o como CVP (Cuerpo de Vigilancia y Protección), custodiando días y noches las tiendas MLC (Moneda Libremente Convertible), originalmente, la misión de estos era, específicamente, la de policía militar ─con mala fama, en ocasiones, por brutalidad policial; entiéndase: yendo tras reclutas desertores, uniformados vestidos con negligencia, vehículos militares en mal estado técnico o conducidos por la vía pública con infracciones de tránsito─. También participaban en la persecución y captura de militares o civiles involucrados en delitos cometidos en zona militar o sobre bienes de uso militar. En fin, era tarea de Prevención hacer cumplir reglamentos, órdenes y leyes militares y servir de apoyo como fuerza pública a los oficiales operativos de la CIM o a instructores y fiscales de la Fiscalía Militar, o a los jueces de los Tribunales Militares.

Pero si en 1989 fueron Tropas de Prevención las que mantuvieron en custodia al general Arnaldo Ochoa y demás acusados de la Causa Uno, hasta ser fusilados unos y encarcelados otros, el pasado sábado 11 de septiembre, justo al cumplirse dos meses del 11J, en carta por el 40 aniversario de los boinas rojas, Raúl Castro advirtió sobre el “incremento de las acciones hostiles que desarrollan los enemigos de la revolución”.

Como entre los manifestantes del 11J no hubo militares, ni los hay en la oposición (públicamente), ni en la ceremonia por el 40 aniversario de las Tropas de Prevención hubo invitados civiles, es útil preguntar: ¿A quiénes Raúl Castro y el jefe de la Jefatura de la CIM, general de división Gómez del Vallín considera “enemigos de la revolución”, a los civiles?

Cabe la interrogante pues, por la cantidad de negocios y las cifras millonarias que manejan los militares en Cuba, bajo las órdenes del general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, presidente ejecutivo del Grupo de Administración Empresarial (GAESA), es como si los cubanos civiles fueran ineptos, corruptos o “enemigos de la revolución”, y sólo fueran confiables ─para Raúl Castro─ los oficiales, a quienes también vigila la CIM y los soldados-policías, los boinas rojas.

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El general Raúl Castro y sus boinas rojas

Boinas rojas, Raúl Castro, Cuba

LAS TUNAS, Cuba. ─ El pasado sábado, para dar fe de vida y de mando real, el ya nonagenario general de ejército Raúl Castro fue a saludar y, de paso, revistar sus tropas como en los viejos tiempos. Lo hizo, técnicamente, o, según su decir, sin “fanfarrias” (esto es: sin consignas ni comparsas). Tampoco hubo acompañamiento de civiles confraternizando o husmeando entre militares, sin importar cuan encumbrados fuesen los invitados, por aquello de “entre guardias pocos civiles” o por considerarlos murmuradores incorregibles, potenciales correveidiles, ya fuera por acción delictuosa u omisión negligente, como ya sucedió cuando fue defenestrada aquella cofradía de elegidos que también integró Miguel Díaz-Canel, al que el mismo Raúl llamó un “sobreviviente”.

Pero ni Díaz-Canel, que como “presidente de la República” y según el artículo 128 (inciso i) de la Constitución desempeña “la jefatura suprema de las instituciones armadas” ─y que por estos días y luego del estallido social del pasado julio está muy ocupado haciendo visitas proselitistas por campos y ciudades, tratando de conseguir adeptos no importa si entre curas, santeros, campesinos, estudiantes universitarios o vecinos de barrios marginales─, ni ningún otro comisario civil apareció junto al general Raúl Castro celebrando el 40 aniversario de una de las unidades élite de las Fuerzas Armadas.

Los llamadas boinas rojas tienen como misión no sólo velar por la disciplina de las tropas y todo lo que concierne a los reglamentos de ellas, sino que, yendo más allá de las instituciones castrenses, se convirtieron en los soldados-policías sancionados por la administración Biden por sus conductas represoras durante los sucesos del 11J. Se trata de uniformados que, tocados con birretes rojos y toletes en la cintura, han militarizado las ciudades cubanas, sin encontrarse Cuba en estado de guerra ni de emergencia nacional. Luego, cabe preguntar: Si tan importantes son los soldados-policías en la “protección del pueblo y su tranquilidad ciudadana”, según dicen… ¿Por qué al cumpleaños de los soldados-policías no asistió ningún gobernador civil? ¿O es que acaso en Cuba los gobernadores son los soldados-policías y no los que dicen gobernar?

Haciéndose acompañar por el general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas y por el general de división Lázaro Alberto Álvarez Casas, ministro del Interior, ambos miembros del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), el general Raúl Castro presidió la ceremonia militar por el 40 aniversario de la fundación de las Tropas de Prevención, donde un grupo de militares fueron acreditados como militantes del PCC y la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas) con la notoria ausencia de funcionarios civiles de la demarcación de esa unidad.

Prevención, en argot policial, significa puesto de policía donde se llevan las personas que han cometido algún delito, y entre militares, prevención es la guardia del cuartel. Así, cumpliendo con esos significados e integrando el sistema jurídico y de la Contrainteligencia Militar (CIM), las Tropas de Prevención fueron creadas en 1981 por orden del entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), general de ejército Raúl Castro. Y aunque ahora vemos a los “boinas rojas” ─así llamados por el color del birrete
─ patrullando las ciudades cuales policías de orden público, o como CVP (Cuerpo de Vigilancia y Protección), custodiando días y noches las tiendas MLC (Moneda Libremente Convertible), originalmente, la misión de estos era, específicamente, la de policía militar ─con mala fama, en ocasiones, por brutalidad policial; entiéndase: yendo tras reclutas desertores, uniformados vestidos con negligencia, vehículos militares en mal estado técnico o conducidos por la vía pública con infracciones de tránsito─. También participaban en la persecución y captura de militares o civiles involucrados en delitos cometidos en zona militar o sobre bienes de uso militar. En fin, era tarea de Prevención hacer cumplir reglamentos, órdenes y leyes militares y servir de apoyo como fuerza pública a los oficiales operativos de la CIM o a instructores y fiscales de la Fiscalía Militar, o a los jueces de los Tribunales Militares.

Pero si en 1989 fueron Tropas de Prevención las que mantuvieron en custodia al general Arnaldo Ochoa y demás acusados de la Causa Uno, hasta ser fusilados unos y encarcelados otros, el pasado sábado 11 de septiembre, justo al cumplirse dos meses del 11J, en carta por el 40 aniversario de los boinas rojas, Raúl Castro advirtió sobre el “incremento de las acciones hostiles que desarrollan los enemigos de la revolución”.

Como entre los manifestantes del 11J no hubo militares, ni los hay en la oposición (públicamente), ni en la ceremonia por el 40 aniversario de las Tropas de Prevención hubo invitados civiles, es útil preguntar: ¿A quiénes Raúl Castro y el jefe de la Jefatura de la CIM, general de división Gómez del Vallín considera “enemigos de la revolución”, a los civiles?

Cabe la interrogante pues, por la cantidad de negocios y las cifras millonarias que manejan los militares en Cuba, bajo las órdenes del general Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, presidente ejecutivo del Grupo de Administración Empresarial (GAESA), es como si los cubanos civiles fueran ineptos, corruptos o “enemigos de la revolución”, y sólo fueran confiables ─para Raúl Castro─ los oficiales, a quienes también vigila la CIM y los soldados-policías, los boinas rojas.

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EEUU sanciona a dos oficiales del MININT y a las Tropas de Boinas Rojas

Boinas Rojas sanciones EEUU

MIAMI, Estados Unidos.- La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sancionó este viernes a dos oficiales cubanos del Ministerio del Interior (MININT) y a las Tropas de Prevención (TDP) del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (MINFAR), también conocidas como Boinas Rojas, por su relación con “acciones para reprimir protestas pacíficas y prodemocráticas en Cuba”.

De acuerdo a un comunicado emitido por el Departamento del Tesoro, las sanciones fueron emitidas de conformidad con la Orden Ejecutiva (EO) 13818, que se basa en la Ley de Responsabilidad de los Derechos Humanos de Global Magnitsky, la implementa, y tiene como objetivo a los perpetradores de graves abusos contra los derechos humanos y corrupción en todo el mundo.

Además de las Tropas de Prevención, la tercera ronda de sanciones desde que comenzaron las protestas del 11 de julio de 2021 están dirigidas contra Romarico Vidal Sotomayor García (Sotomayor) y Pedro Orlando Martínez Fernández (Martínez), ambos oficiales del Ministerio del Interior de Cuba (MININT).

“El Departamento del Tesoro seguirá designando a quienes permitan al gobierno cubano perpetuar los abusos a los derechos humanos contra manifestantes pacíficos”, dijo la directora de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, Andrea M. Gacki.

“La acción de hoy arroja luz sobre otros perpetradores responsables de reprimir los llamamientos del pueblo cubano a la libertad y el respeto de los derechos humanos”, agregó la funcionaria estadounidense.

La OFAC denuncia que desde el inicio de las protestas de julio de 2021 en Cuba el régimen cubano ha enviado fuerzas de seguridad para reprimir a los manifestantes pacíficos, para lo cual ha desplegado unidades tanto del MININT como del MINFAR.

Sotomayor es el jefe de la Dirección Política del MININT, que ha desplegado, entre otras fuerzas, la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior (SNB) y la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), ambas previamente designadas por la OFAC.

Por su parte, Martínez es el jefe de la Dirección Política de la PNR, que junto al SNB y otras fuerzas de seguridad del MININT y el TDP han atacado y arrestado violentamente a manifestantes en toda Cuba.

El comunicado del Gobierno de Estados Unidos señala también que los Boinas Rojas, una unidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que está comandada por el MINFAR y funciona como policía militar, fueron desplegados durante las protestas recientes, y se tiene conocimiento de al menos “participaron en un enfrentamiento violento con un manifestante”.

Sotomayor y Martinez fueron designados de conformidad con E.O. 13818 por haber actuado o pretendido actuar para o en nombre, directa o indirectamente, del MININT, institución comunista sancionada previamente por la OFAC de conformidad con E.O. 13818, el 15 de enero de 2021, “por ser responsable o cómplice, o haber participado directa o indirectamente en graves abusos contra los derechos humanos”.

Entretanto, “el TDP fue designado de conformidad con E.O. 13818 por ser propiedad o estar bajo el control, o por haber actuado o pretendido actuar para o en representación de, directa o indirectamente, Álvaro López Miera (MIERA), Ministro de las FAR, también sancionado por la OFAC de conformidad con E.O. 13818 el pasado 22 de julio de 2021, “por ser líder o funcionario del MINFAR, entidad que ha incurrido o cuyos miembros han incurrido en graves abusos a los derechos humanos, relacionados con su mandato. El MINFAR también está bloqueado de conformidad con la CACR”.

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“¡Eso es un abuso!”: cubanos se enfrentan a boinas rojas en Isla de la Juventud

Cubanos, boinas rojas, Isla de la Junventud

MIAMI, Estados Unidos. – Un enfrentamiento entre cubanos y militares boinas rojas se produjo en Isla de la Juventud luego de que los agentes del orden arrestaran a un ciudadano que criticó la escasez que se vive en el país.

El hecho tuvo lugar en una cola para comprar champú y pollo en Nueva Gerona. Fuentes aseguran a CubaNet que el hombre arrestado, antes de ser detenido por agentes del orden, fue increpado por una mujer simpatizante del régimen.

Además de efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y del ejército (boinas rojas), se presentaron en el lugar miembros de la brigada antimotines, también conocidos como boinas negras.

Versiones de lo ocurrido detallan que las fuerzas represivas agarraron al detenido por el cuello, lanzándolo por las escaleras de un museo cercano a la tienda donde los lugareños hacían la cola.

El operativo policial provocó la reacción de los presentes, quienes arremetieron contra las fuerzas de orden con gritos de “abusadores¨, “asesinos” y “abajo la dictadura”.

Incidentes como el ocurrido en Isla de la Juventud se han vuelto frecuentes en varios lugares del país, fundamentalmente desde el inicio de la pandemia de COVID-19.

La crisis sanitaria, que ha traído consigo toques de queda y largos periodos de confinamiento, ha sido utilizada por las autoridades para reforzar la vigilancia en las calles y aumentar la represión contra los ciudadanos.

Multas, detenciones arbitrarias e incluso golpizas han sido los medios de los que se han valido los agentes para castigar casi por igual a los manifestantes de turno.

El Observatorio Cubano de Conflictos reveló el pasado domingo que en la Isla se produjeron un total de 88 manifestaciones públicas de protesta se registraron en Cuba durante el pasado mes de octubre, muchas de ellas reprimidas por agentes de la policía política.

El informe de la organización señala que la mayoría de esas manifestaciones estuvieron relacionadas con conflictos políticos y aspectos sociales y económicos.

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