LA HABANA, Cuba.- Espero que, a mí como autodidacta, el viejo colega Luis Toledo Sande, que cabalga sobre un doctorado, no me llame ignorante. En la Universidad se aprende, sí, y mucho, pero más en la vida misma, leyendo y, sobre todo, si somos capaces de no tomar partido con una idea y desechar el resto.
Toledo Sande es cubano, tiene una gran cantidad de obras escritas, fue director del Centro de Estudios Martianos de Cuba, ha ofrecido decenas de conferencias, ha obtenido numerosos premios, es doctor en Ciencias Filológicas, investigador, periodista y seguramente amo de casa. En días pasados, en el periódico Granma, citó en un artículo suyo a Fernando Buen Abad Domínguez, un periodista mexicano nada menos que de TeleSur, poderoso medio informativo a favor del socialismo bolivariano, quien dijo: “Bastaría con escuchar el odio que inyecta la burguesía a sus denuestos contra el socialismo, para deducir que algo muy bueno para los seres humanos implica terminar con la jerarquía de los opresores e ir a un sistema socialista capaz de erradicar el interés del capital sobre los seres humanos, algo que nos ha amargado la existencia durante demasiado tiempo”.
Perdonen lo extenso del párrafo, que podría caer mal a mis lectores de Cubanet, acostumbrados a la síntesis de mis trabajos, pero es que vale la pena responder a este periodista, por la mala opinión que tiene sobre la burguesía en general. He ahí la base de la demagogia comunista, que hace creer al pueblo que el comunismo es un régimen que vendrá a resolver el gran problema de la humanidad; las religiones la adjudicaban a Dios y los comunistas la adjudican al comunismo.
También los capitalistas demonizan igualmente a los comunistas, diciendo que mienten, pero en realidad su ordenamiento social incluye una dictadura y la falta de libertades.
A ver, si el comunismo acaba con la opresión, ¿por qué el sistema que implanta es oprimir ideológica y materialmente, y en vez de acabar con el interés del capital sobre los seres humanos lo sustituye por una economía que no funciona? No lo digo yo, sino Fidel Castro, al final de su frustrada carrera política, cuando aquel el 8 de septiembre del 2010, expresó su veredicto final: “El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros mismos”.
En primer lugar, amigo Sande, no funciona porque está basado en la instauración de un sistema predominante y autoritario, y sobre todo porque asfixia la iniciativa privada, el principal motor que genera crecimiento económico.
Aquel día Fidel Castro al fin comprendió la realidad del Muro de Berlín y el desmerengamiento de la URSS; también la tenebrosa historia de Stalin. A Toledo Sande no le interesa para nada la confesión de su principal mentor. Tampoco a Raúl Castro, y mucho menos a su sucesor Díaz-Canel. Todos quieren disfrutar de los últimos sorbos de la miel del poder. Ni siquiera se les ocurre pensar si la caída que se avecina es demasiado alta para sus cuerpos liliputienses.
Podría responder párrafo por párrafo el largo artículo de Sande, sobre todo eso que dice sobre las masas que manipula el capitalismo, como si el socialismo no las adoctrinara, las cuales termina huyendo a esos países de economías prósperas a vivir libremente.
En un lugar de la Mancha, cuyo nombre es mejor no mencionarlo, el colega Sande vivió cuatro años sin Libreta de Abastecimiento, sin los kilométricos discursos de Fidel y, sobre todo, escogiendo cada día lo que quería comer y vestir. Estoy segura de que fue feliz, hasta que de nuevo tuvo que regresar a Cuba, donde lo siento aburrido, cansado y a punto de abrir un día la ventana ̶ comunista al fin ̶ con un grito de rabia, y sus vecinos escucharán: Me han amargado la existencia demasiado tiempo.
Fuente: La derecha necesita masas ignorantes, por Luis Toledo Sande, periódico Granma, 22 de marzo, 2019