LA HABANA, Cuba. – Las producciones de la Industria Alimentaria en 2021 no se recuperarán respecto a 2020, cuando solo alcanzaron el 52% de lo previsto, una cifra muy inferior a las necesidades reales de la Isla, según información publicada en los medios oficiales el pasado 12 de febrero.
Los cubanos continuarán con una deficiente nutrición, sin productos cárnicos, lácteos o derivados de la harina de trigo como los socorridos espaguetis. Además, seguirán haciendo grandes colas para adquirir las escasas ofertas en moneda nacional e incluso en dólares.
La tendencia decreciente e inestable de las entregas de materias primas agrícolas, la falta de respaldo en MLC, el déficit en las balanzas de azúcar, mieles, alcohol; y la asignación de combustibles que no respalda los niveles de actividad, estuvieron entre los principales problemas, según el ministro Manuel Sobrino. Las diversas ramas de la industria no fueron desglosadas.
“La historia nos vuelve a ratificar que tenemos que desarrollarnos y resolver nuestros problemas por nosotros mismos”, expresó el gobernante Miguel Díaz-Canel, según el periódico Granma. Reconocimiento de una verdad de Perogrullo: nadie vendrá a cargar con el desastre. El Gobierno cubano dilapidó las multimillonarias subvenciones soviéticas y venezolanas, y ahora los cubanos tienen que sufrirlo y resolverlo.
El sistema empresarial se tiene que estremecer, expresó Díaz-Canel en la reunión de análisis sobre la labor del Ministerio de la Industria Alimentaria y su sistema empresarial en 2020, efectuada el 11 de febrero. El dirigente convocó a darle una respuesta al pueblo cubano este año y a buscar un punto de inflexión en la economía. Los cuadros de las empresas tienen que resolver la debacle, aplicando las 43 medidas para la autonomía decretadas en el marco de la Tarea Ordenamiento, iniciada el 1 de enero de este año.
Por su parte, el primer ministro dijo que no será un análisis similar a los anteriores. Debido a la pandemia de COVID-19, el año 2020 no tiene otros períodos de referencia. Tampoco los tiene 2021 por la implementación de la Tarea Ordenamiento. Marrero orientó concentrar las presentaciones y debates en las potencialidades que se tienen y no solo en datos comparativos. Serán reuniones cortas para intercambiar, escuchar y discutir cómo se van a enfrentar los desafíos que presenta el año 2021. Puso énfasis en la calidad, la inocuidad de los alimentos, la variedad, la sustitución de importaciones, las exportaciones, el desarrollo de la pesca y la acuicultura, según Granma. Sin embargo, no se divulgó cómo el premier espera lograr esos propósitos elementales de larga data.
El ministro informó que el embargo de Estados Unidos generó pérdidas por 78 millones de dólares y la pandemia de la COVID-19 provocó afectaciones por 55 millones de USD en 2020. Entre las prioridades para 2021 está incrementar la producción industrial de alimentos, desarrollar los procesos inversionistas y el fortalecimiento de la política de cuadros. Tampoco él expuso los medios para lograr resultados productivos, la razón de ser del MINAL, y poder efectuar inversiones cuando no hay liquidez. Hasta ahora ni siquiera se paga a los países que condonaron la mayor parte de la deuda cubana, montos que las empresas extranjeras podrían utilizar para invertir en Cuba.
En cuanto a la aplicación de la Tarea Ordenamiento, Sobrino refirió la aplicación incorrecta de precios mayoristas centralizados por las empresas, con mayor incidencia en el área de carnes y pesca de La Habana, Matanzas, Holguín y Santiago de Cuba, así como la aplicación generalizada del llamado Índice Máximo de la media de la clase (para formar los precios), que fue revisado y rectificado en un 66%, en enero. Esos elevados precios han provocado gran rechazo por la población, debido a la neutralización del incremento de los salarios. El Gobierno no reconoce errores en la política de precios a su nivel, sino que culpa a los cuadros empresariales y locales, pero ha tenido que ordenar la revisión a la baja.
Asimismo, el ministro criticó los problemas de calidad-precio en las producciones, fundamentalmente las destinadas a la canasta familiar normada (racionamiento). Se reportaron afectaciones salariales a trabajadores de la actividad pesquera y de la descarga de buques, donde se aplicaba el sistema de estimulación en CUC (moneda libremente convertible eliminada), que no se cubría con los nuevos salarios y que ya se resolvió, dijo el funcionario. No se concretaron los contratos con el turismo ni con las cadenas de tiendas debido a inconformidades e interpretación en el método de formación de precios aprobados en la norma, y hubo demora en la aprobación del índice a aplicar a las producción de las empresas mixtas, lo que se evalúa por los ministerios de Finanzas y Precios y del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, refirió Granma.
Díaz-Canel expresó que se requiere la investigación e innovación para resolver los problemas, sobre todo al aprovechar el potencial del Centro de Investigación de los Alimentos y su vinculación con las universidades. “Esta es una industria en la que se pueden hacer muchísimas cosas, más diversidad de productos, más producción, más eficiencia, más calidad, mejor presentación, más oferta para la población, podemos tener productos de diferentes gamas”, manifestó.
Usualmente, en el mundo, todo esos son los objetivos de los empresarios y trabajadores que reciben el resultado de sus emprendimientos y esfuerzos. En Cuba, podría ser igual si se contara con las materias primas nacionales para sustituir las importadas, que no podrán llegar mientras no haya liquidez, y se capitalizaran las fábricas obsoletas. En las condiciones actuales, la autonomía de las empresas no garantiza los éxitos: por el contrario, posiblemente una cantidad elevada de ellas quiebren.
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