SAN JUAN, Puerto Rico. — Hace 120 años, el 20 de mayo de 1902, se instauró la República de Cuba, izándose la bandera cubana en El Morro de La Habana y demás edificios públicos, asumiendo la presidencia del país Don Tomás Estrada Palma.
Si bien es cierto que la nueva república nacía con imperfecciones y limitaciones a causa de la impuesta Enmienda Platt —que afectaba el ámbito de la soberanía nacional—, también es cierto que ese fue el punto de partida de un país libre que, a pesar de sus vaivenes, tuvo una gran prosperidad y sus momentos de libertad de su existencia. La república perfeccionó sus sistema democrático al eliminar dicha Enmienda y promulgar una nueva Constitución en 1940, que fue orgullo de su tiempo por lo completa en cuanto a la garantía de las libertades y los derechos del hombre. Fue un proceso democrático solo mancillado por las dictaduras de Gerardo Machado y Fulgencio Batista y que fue destruido en 1959 por la tiranía totalitaria de Fidel Castro, quien, traicionando a la patria y a su pueblo, entregó la soberanía nacional a la Unión Soviética imponiendo falsas constituciones procomunistas que, en el fondo, conculcan los derechos humanos de sus ciudadanos, incrustando una corrupta y despótica casta minoritaria que esclaviza y empobrece a los ciudadanos.
Pero en medio de esa tragedia, desde la gran traición y robo de la patria por el castrismo, el pueblo cubano no ha dejado de luchar por su libertad, democracia y el respeto a sus derechos humanos, procurando el fin total y absoluto de la tiranía para así poder iniciar la edificación de un nuevo país.
Desde 1959 la lucha de los cubanos por la libertad no ha cesado. Ejemplos sobran: las heroicas guerrillas del Escambray y en otras zonas del país; el desembarco de la gloriosa Brigada 2506; pasando luego a la lucha pacífica de los opositores tras el llamado de “La Patria es de Todos”; las protesta de las Damas de Blanco y otras organizaciones dentro y fuera de de la Isla; hasta llegar a los actos más recientes de rebeldía del pueblo, como lo fueron las protestas del 11 de julio y 15 de noviembre de 2021, así como las que a diario continúan suscitándose dentro de Cuba con apoyos del exilio.
La lucha no terminará hasta que Cuba sea libre y el país sea totalmente despojado de los males del castrismo. Será a partir de ese momento que todas las tendencias sociales y políticas del país habrán de empezar una nueva y grandiosa obra de construcción de un nuevo país, soberano y libre, afianzado en una nueva Constitución democrática que establezca un nuevo estado de derecho asentado en los principios de soberanía nacional, paz, libertad, democracia, bienestar y progreso para todos los cubanos en el marco de una Cuba inclusiva, enmarcada en el pensamiento del Apóstol José Martí : “Con todos y para el bien de Todos”.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.
Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +1 (786) 316-2072, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.