1

Christine McVie, Fleetwood Mac y la nostalgia

Christine McVie

LA HABANA, Cuba. – La muerte este 30 de noviembre, a los 79 años, de Christine McVie, una de las dos vocalistas femeninas de Fleetwood Mac, entristece a los amantes del rock que éramos jóvenes en la década de 1970 y que hoy no acabamos de resignarnos a ver cómo uno a uno se van yendo de este mundo los intérpretes que conformaron la banda sonora de nuestras vidas.

Resultaría imposible una antología de la música de las décadas de 1970 y 1980 que no incluyera a Fleetwood Mac. 

El grupo se creó a finales de los 60 en Inglaterra, pero ―¡cosas de la vida y del mercado!― la época en que Fleetwood Mac se hizo de una popularidad apabullante fue cuando luego de un periodo de crisis, en 1975, dejaron de ser todos ingleses y hombres y de tocar blues, para convertirse en una banda integrada por tres hombres y dos mujeres, ingleses y estadounidenses, y que estaban más cerca del country rock californiano que del blues

Las dos mujeres, la estadounidense Stevie Nicks y la británica Christine McVie (que además era la pianista), se alternaban como cantantes del grupo. La primera estaba casada con el guitarrista Lindsay Buckingham (estadounidense) y la segunda, con el bajista John McVie (británico). Este último y el baterista Mick Fleetwood eran los únicos que quedaban ya en ese momento de los fundadores de la banda.  

Antes de eso, cuando todos eran hombres y tocaban blues, no figuraban entre las bandas más conocidas (la competencia era demasiado fuerte), pero hicieron lo suyo, con mucha creatividad y calidad, e impactaron. 

Tal vez muchos no sepan que “Black magic woman”, que se convertiría en el principal éxito del álbum Abraxas, de Santana, en 1970, fue grabada originalmente por Fleetwood Mac. El número fue compuesto por Peter Green, el guitarrista líder de la banda que tocaba los blues de una manera tal que B.B King confesaba que lo había hecho sudar. 

Albatros, un hipnótico instrumental de Fleetwood Mac de 1968, impresionó tanto a McCartney, Lennon y Harrison que los inspiró para hacer “Sun King”, una de las piezas de la suite que conforma el lado B del último álbum de The Beatles, “Abbey Road”. 

Luego de 1975, con su nueva alineación y cambio de estilo, fue que se popularizó Fleetwood Mac. Pero justo entonces, para desesperación de Mick Fleetwood, el director del grupo, comenzaron las broncas entre las dos parejas, la de Christine y John McVie y la de Stevie Nicks y Lindsay Buckingham.  Las broncas eran por celos, sentimentales y profesionales, por borracheras, por cualquier cosa. Por tal motivo, la banda parecía a punto de desintegrarse.  “Son rumores”, decía Mick Fleetwood. Y de ahí surgió el nombre del álbum Rumours, de 1977, que se convertiría en uno de los discos más vendidos de la historia.

Los rumores resultaron ser ciertos, los dos matrimonios se separaron, pero siguieron amigos y formando parte de la banda, aunque de vez en cuando grabaran discos por separado. 

En las últimas décadas, varias veces, siempre que Mick Fleetwood los convocó, los integrantes del grupo volvieron a reunirse para hacer discos, conciertos y giras. 

Ahora, si vuelven a reunirse, echaremos en falta a Christine McVie.

Si ustedes supieran, el disco Rumours, en su época, con todo lo popular que era, no me gustaba mucho. No sé si fue que me aburrí de escuchar sus canciones que ponían a toda hora en la radio, la del “enemigo”, quiero decir, porque en Cuba, por entonces, salvo algún programa radial que bajo el pretexto de hablar pestes de Estados Unidos aprovechaba para poner música americana, lo más cercano al rock que ponían era Abba, los BeeGees y Bonny M. Tal vez influyó el hecho de que el Rumours que yo conseguí, hecho en Panamá, tenía una calidad de grabación pésima, se oía espantoso en mi tocadiscos ruso y para colmo estaba rayado en “Don’t stop”. 

La canción del Rumours que nunca me aburrió fue “Dreams”. Todavía me gusta mucho. Me hipnotiza la voz misteriosa y sensual de Stevie Nicks, esa bruja del rock. Disfruté mucho sus canciones en los años 80, especialmente las del disco Bella Donna, en particular “Stop dragging my heart around”, con Tom Petty y “Leather and laze”, con Don Henley. Hoy, varias décadas después, mantiene la voz como en los viejos tiempos. Todavía me mata con canciones como “Silver springs”, “Too far from Texas” y “Landslide”. 

Los buenos recuerdos que me evocan aquellas piezas que cantaban Christine McVie y Stevie Nicks son buenas razones para que yo haya perdonado a Fleetwood Mac por alejarse del blues.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de WhatsApp. Envíanos un mensaje con la palabra “CUBA” al teléfono +525545038831, también puedes suscribirte a nuestro boletín electrónico dando click aquí.