¿Yordan Álvarez? Dígale que no…

LA HABANA, Cuba.- El tunero Yordan Álvarez entró en la postemporada 2023 a palo limpio, echando mano una y otra vez del batazo mayestático del béisbol, ese que parte del estadio mientras en ESPN se escucha el archiconocido “no-no-no-no-no, dígale que no a esa pelota”.

Lo de ‘Big Yordan’ es alucinante. Desde que debutó en 2019 se sabía que estaba destinado a hacer historia, pero las dimensiones del relato apuntan a la superación de todo cálculo. Si la salud no lo traiciona, en las próximas diez temporadas tendrá números con categoría Salón de la Fama. Nadie lo dude.

A todas luces, Álvarez ha confundido la postemporada 2023 con un derby de jonrones. Ahora mismo suma seis cuadrangulares en seis juegos, con lo cual su cosecha de por vida en octubre llegó a una docena de conexiones de ese tipo, la más alta para un pelotero cubano en cualquier época.

Tal cual. Ninguno de los grandes sluggers de la Isla pudo acercarse nunca a dicho performance. José Canseco, opaco a tiempo completo en estas fases, no pasó de siete bambinazos. El formidable Rafael Palmeiro se limitó a dar cuatro. Tany Pérez, pieza clave en la Gran Maquinaria Roja de los años 70, quedó en seis.

Hasta anoche, el cubano que más golpes de vuelta completa tenía en las postemporadas era Randy Arozarena con un total de 11, pero Álvarez lo rebasó a costa de un envío de otro hijo de la Mayor de las Antillas, el legendario Aroldis Chapman. Llegado a este punto, le propongo un repaso de los seis cuadrangulares rubricados por el monstruo oriental en este mes.

Conclusión uno: al tunero le sirve cualquiera, pues le ha hecho la gracia a pitchers derechos y zurdos. Conclusión dos: sus conexiones van en modo bala, superando fácilmente las 100 millas por hora promedio. Conclusión tres: la sumatoria de esos seis swings alcanza los 2.310 pies, equivalentes a 704 metros (o lo que es lo mismo, siete cuadras largas). Conclusión cuatro: ha masacrado toda clase de envíos, lo mismo rápidos que lentos y rompientes, incluido el ya famoso sweeper, un tipo de slider que sacrifica velocidad en aras de ganar movimiento horizontal. Conclusión cinco: ha dirigido sus batazos hacia todas las bandas, con preferencia por la que su naturaleza de bateador le exige. Conclusión seis: contra este veneno no hay antídoto.

De momento a los Astros les quedan por disputar cuando menos dos choques en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, que van perdiendo 0-2 ante los Rangers. Así pues, el designado de 26 años todavía tendrá un mínimo de ocho visitas al plato para engrosar unos números que lo tienen en el centro de las miradas del universo béisbol. En su hoja de servicios de apenas cinco campañas ya aparecen una Serie Mundial, dos presencias en el Juego de Estrellas, un Bate de Plata, una placa de Novato del Año y el reconocimiento al MVP de la serie por el banderín del circuito americano en 2021. Ambicioso, el muchacho quiere más. Hace un tiempo devino el cuarto hombre que más rápido llegó al centenar de vuelacercas. Ahora va por la marca de jonrones para una postemporada. Y otra vez el explosivo Arozarena está en su mira.

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