MIAMI, Estados Unidos. – “Mi mujer murió y mis padres también. Somos mi hijo chiquito y yo. En la basura busco latas vacías y plásticos para venderlos como materia prima. Es la alternativa que me queda para comprar comida”, dice Leonardo, un holguinero que diariamente hurga en los desechos de las calles para sobrevivir.
Seguridad Social le paga 1.060 pesos que no cubren sus gastos mínimos. “Eso no da pa’ na. Solo alcanza pa’ pagar los mandaos de la bodega. Por eso estoy obligado a hacer esto”, dice señalando un saco casi lleno de desechos sólidos que toma con las dos manos.
Vivir de la basura es una opción en aumento en Cuba. Bajos salarios y deficientes pensiones contrastan con los altos precios de los productos de primera necesidad y hacen que hombres, mujeres y ancianos estén por doquier con sacos o bolsos llenos de latas vacías o plásticos que esperan vender como materia prima.
“Vivo con mi hermana. No tenemos hijos, no tenemos marido, no tenemos quién nos ayude. Mi pensión de 1.028 es insuficiente, por eso recojo materia prima”, relata Olga, una mujer de 66 años que lleva dos bolsas llenas de latas vacías.
La señora ha estado caminando todo el día, se siente agotada y se ha sentado a descansar en el escalón que da entrada a una casa.
Un anciano recolector de materias primas en Holguín (Foto: CubaNet)Ella paga a un vecino que vende la materia prima. “Para la compraventa hay que esperar en una cola un día entero porque son muchos vendedores. Mientras mi vecino está en la cola yo sigo recolectando. La Empresa de Materias Primas no compra todos los días, solo trabaja cuando tiene dinero para pagar”, dice la entrevistada.
“Para venderlo como materia prima tengo que llenar tres sacos de latas vacías por los que me han pagado 200 o 300 pesos. Cada saco tiene 72 latas. Se dice fácil, pero llenar los sacos me toma varios días. Tengo que caminar kilómetros bajo el sol. La competencia es fuerte. Hay muchas personas en este trabajo”, asegura Olga.
Humberto Ortiz también se dedica a la misma labor. “Recolecto y vendo materia prima porque mi chequera de 1.530 pesos mensuales no me alcanza. Todo está muy caro. Los precios están por las nubes. Hoy mismo no he tomado ni café”, lamenta el hombre de 68 años.
Por su parte, Mariela dice ser una de las que más tiempo lleva en el negocio. “Yo recojo materias primas desde que abrieron las shopping y comenzaron a vender refresco en lata. Mantengo a mis padres que son dos viejos. Yo no tengo dinero. Yo no tengo chequera. Vivimos de esto”, concluye la mujer.
En 2021 en Cuba fueron recicladas 151.000, de acuerdo con los últimos datos oficiales publicados. Según la agencia oficial Prensa Latina, que cita al ministro de Industrias Eloy Álvarez, los productos ferrosos representan el 60 y 70 por ciento de todo lo reciclado.