LA HABANA, Cuba. – La noticia de la ampliación de la cartera de actividades por cuenta propia permitidas en la Isla ha devuelto la esperanza de sobrevivir a Elvio Sánchez Rodríguez, un cubano con discapacidad visual cuya economía personal se vio severamente afectada desde la cancelación de la actividad por cuenta propia que ejercía.
Sánchez Rodríguez lleva más de dos años “pasando todo tipo de necesidades y carencias”, pero tiene esperanzas de que ahora la nueva medida lo beneficie. Con la ampliación de las actividades permitidas por cuenta propia recuperaría su única fuente de ingreso y podría sustentarse económicamente, dijo a CubaNet.
“Como una cosa es lo que dicen en la televisión y en la prensa y otra cosa es la realidad, a partir de la liberación de las actividades por cuenta propia yo me dirigí a la ONAT (Oficina Nacional de Administración Tributaria) para indagar si podía seguir ejerciendo (la actividad) que yo estaba haciendo, que era vender comida para perros”, explicó.
En la ONAT le plantearon que debía dirigirse al Ministerio de Trabajo, ya que no tenían dominio sobre si dicha actividad estaba aprobada o no.
“El Ministerio de Trabajo me plantea que (a) los veterinarios que atienden animales afectivos se les iba aprobar (la actividad), pero en el caso mío que es ‘alimento para los animales’ no se sabía, que había que esperar la aprobación de la ventanilla única”, narró Sánchez Rodríguez.
En julio de 2020, el habanero contó por primera vez ante las cámaras CubaNet la delicada situación económica que afrontaba, luego de que el régimen de la Isla cancelara su licencia de trabajador por cuenta propia.
En esa fecha nos recibió en su hogar, ubicado en la Calle 32, entre 109 y 111, en el Reparto Purísima del municipio capitalino del Cotorro. Allí nos confesó que estaba “muriendo de hambre”. En esta nueva ocasión alerta que se encuentra en una situación peor aún.
En ese entonces, especifica, al menos contaba con la ayuda de algún vecino que le ofrecía un plato de comida o le pagaba la que Seguridad Social le vendía. Sin embargo, hoy, ante el encarecimiento y escasez de todos los productos de primera necesidad, además de la llamada “Tarea Ordenamiento”, los vecinos apenas pueden auxiliarlo.
En septiembre de 2020, Sánchez Rodríguez recibió una ayuda enviada por cubanos del exilio con la cual estuvo subsistiendo hasta ahora. Sin embargo, como todo, los recursos se han agotado.
“Necesito trabajar, necesito ganar dinero porque me voy a morir de hambre”, aseguró.
Sánchez Rodríguez también alega que en ocasiones se ha acostado sin ingerir alimentos porque no tiene dinero para comprar los productos de la canasta básica, cuyo subsidio fue retirado por el régimen cubano desde enero de este año.
“Quisiera que el gobierno me acabara de dar mi licencia de nuevo, porque me da pena y vergüenza seguir pidiendo ayuda por culpa de la burocracia que existe en este país, y por la ineficiencia de sus dirigentes”, aseveró Sánchez Rodríguez.
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