MADRID, España.- Este 29 de febrero el líder opositor cubano Oswaldo Payá hubiera cumplido 72 años. El 22 de julio de 2012 Payá, junto a Harold Cepero, murió en un “accidente” automovilístico que ha sido denunciado durante estos años por sus familiares como un crimen orquestado por la dictadura cubana, que permanece impune.
“No nos cansaremos jamás de honrar la memoria de mi padre y Harold y continuar su lucha hasta que el pueblo cubano sea libre”, dijo este miércoles, en vísperas del aniversario de nacimiento, su hija, la activista Rosa María Payá.
Promotora de Cuba Decide y defensora de los derechos humanos en la Isla, Rosa María Payá también compartió un video donde destaca: “Su proyecto, su legado y su persona encarnaban la alternativa” y aseguró que el régimen ha fracasado en su intento de eliminar el legado de su padre.
Oswaldo Payá fue profesor de Física e ingeniero en Telecomunicaciones. En 1988 fundó el Movimiento Cristiano Liberación. En mayo de 2002 entregó a la Asamblea Nacional cubana 11.020 firmas en apoyo al Proyecto Varela, una iniciativa ciudadana para solicitar un referendo a favor de las libertades fundamentales de los cubanos. Posteriormente, en 2003, logró entregar otras 14.000 firmas al Parlamento, con el mismo objetivo.
Por su labor, fue galardonado con el Premio Sájarov 2002 del Parlamento Europeo a la Libertad de Conciencia. En el 2005 se le otorgó el título honoris causa de Doctor en Leyes por la Universidad de Columbia, Nueva York. Fue nominado cinco veces al Premio Nobel de la Paz.
A finales de 2021 abogados de la entidad no gubernamental Human Rights Foundation (HRF) presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una investigación legal independiente sobre la muerte de Payá y Cepero.
El informe expuso que estas muertes ocurrieron por un atentado provocado por el Gobierno de Cuba y no por un accidente de tránsito casual como sostuvo el régimen, que incriminó al español Ángel Carromero, quien iba conduciendo el auto.
Durante la presentación de las pruebas Ángel Carromero, quien vive en España, explicó que desde que salieron de La Habana, camino a Bayamo, sintieron que los estaban siguiendo y luego lo comprobaron.
Uno de los vehículos que los seguían, con chapa perteneciente a la Seguridad del Estado, fue el que los impactó y los sacó de la carretera, declaró Carromero. Además, explicó que en el hospital, donde estaba rodeado de militares, le tomaron declaración y le indicaron decir que había sido un accidente. El juicio del Estado cubano fue una farsa y no se presentaron pruebas, sentenció.
En junio pasado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos responsabilizó al régimen cubano por la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero.
La conclusión de ese organismo continental se recogió en el Informe de Admisibilidad y Fondo No. 83/23 del Caso 14.196.
El documento de la CIDH identificó “indicios serios y suficientes para concluir que agentes estatales participaron en las muertes de Payá y Cepero. En particular, tomó en cuenta el testimonio de Ángel Carromero, que indica que el automóvil en el que viajaban había sido impactado por un auto oficial, lo cual fue corroborado por un testigo ocular. El Estado no presentó alegatos o negó estos argumentos. En consecuencia, la CIDH estableció que el Estado cubano violó los derechos a la vida, honra y libertad de expresión de ambas personas”.
La CIDH precisa que “lo ocurrido a las víctimas se enmarcó en el contexto de la persecución y represión estatal contra personas disidentes políticas y defensoras en Cuba, con el objetivo de obstaculizar o paralizar la labor de defensa y promoción de los derechos humanos”.
El mecanismo recordó, además, que los familiares de Oswaldo Payá “nunca tuvieron acceso a los informes de autopsia, ni al contenido de diligencias realizadas”.
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