MADRID, España.- El informe más reciente del Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) revela que en abril de 2024 se documentaron 633 protestas y denuncias públicas espontáneas en Cuba, lo que representa un descenso del 3.22 % con respecto a las 654 registradas en marzo pasado. Esta disminución podría estar relacionada, en parte, con una posible estrategia gubernamental para reducir los apagones eléctricos, los cuales habían provocado protestas masivas en ciudades como Santiago de Cuba, Bayamo y Matanzas en marzo, considera el Observatorio.
A pesar de esta reducción en el número total de protestas, las manifestaciones por actos represivos se mantuvieron entre las tres categorías más destacadas, con un total de 136, mientras que los desafíos al Estado policial aumentaron a 147. Las expresiones de descontento recopiladas por el OCC se distribuyeron en las 14 provincias de la Isla y el municipio especial Isla de la Juventud.
En cuanto a la naturaleza de las protestas, las relacionadas con Derechos Económicos y Sociales (DES) encabezaron la lista, con 352 manifestaciones, seguidas de cerca por las vinculadas a la inseguridad alimentaria y la inflación (112). Por otro lado, entre las 281 protestas y denuncias relacionadas con Derechos Civiles y Políticos (DCP), los desafíos al Estado policial ocuparon el primer lugar, con 144 casos.
La Habana fue el territorio más activo en términos de protestas y denuncias, con un total de 225 registros, seguida por Santiago de Cuba (52), Camagüey (45), Matanzas (35), Guantánamo (31), Holguín (25) y Villa Clara (24).
El informe también resalta un aumento significativo en las protestas relacionadas con derechos económicos y sociales, que representaron el 55.60 % del total de manifestaciones registradas en abril. Entre los temas más destacados se encuentran la inseguridad alimentaria, la inflación y la violencia social.
Por otro lado, preocupa el incremento de casos de personas desaparecidas, incluyendo adolescentes, lo que refleja la creciente inquietud por la seguridad ciudadana y la falta de respuesta por parte de las autoridades.
Once reclamos compilados por el OCC en abril tuvieron que ver con personas desaparecidas, entre ellas una adolescente de 13 años, Analía Leyanet Carmona Pérez, de Arroyo Naranjo (La Habana), y otra de 15, Lismay López González, de Guantánamo. Un padre de Antilla (Holguín), Franci Roja, pidió ayuda en las redes sociales para encontrar a su hijo.
Aunque algunas veces estas personas aparecen, los familiares de cubanos en paradero desconocido intentan angustiosamente ubicar con ayuda de las redes sociales a sus seres queridos, conscientes del peligro en las calles con el incremento de la criminalidad y la habitual indiferencia de la policía ante estos casos.
La categoría de Inseguridad Ciudadana registró 84 protestas o denuncias públicas en abril de 2024 después de haber acumulado 144 en enero y 124 en febrero, pero “la caída no sería más que la resaca de la ola”, opina el Observatorio y, al referirse a la creciente alarma entre la ciudadanía, cita el artículo de Jorge Luis González Suárez, publicado en este medio, en el que se señala que “hay que vivir detrás de las rejas, por temor a asesinatos, desapariciones, asaltos, robos con fuerza y con violencia y crímenes de bandas y pandillas”.
El análisis del OCC destaca entre lo más relevante de abril que la dictadura amenazó por primera vez a los manifestantes con la pena de muerte, pero las protestas llegan también por primera vez hasta la residencia del dictador Díaz-Canel.
Sobre esto, se lee en el documento: “Pese a que las protestas y denuncias por actos represivos se mantuvieron entre las tres categorías más nutridas con 136, en el cuarto mes del año los desafíos al Estado policial se les fueron arriba con 147, si bien las primeras tuvieron en muchos casos un carácter ejemplarizante e intimidatorio. Una muestra: por primera vez voceros del régimen mencionaron la posibilidad de aplicar la pena de muerte a manifestantes pacíficos acusados de sedición, figura delictiva que se usó ampliamente contra los participantes en las protestas del 11J”.
En cuanto a la presunta sedición, el OCC denuncia que fueron acusados injustamente por este delito 13 cubanos que, en agosto de 2022, participaron en las protestas antigubernamentales por los apagones en Nuevitas, Camagüey.
“Abril marcó también la primera vez en que ─como el bosque que se acercó al palacio en la obra Macbeth de Shakespeare─ las protestas se acercaron a la casa del dictador Miguel Díaz-Canel”, apunta el documento. Y agrega: “Mujeres pobres y sencillas fueron a reclamar sus derechos a la residencia del gobernante, situada en el exclusivo reparto Cubanacán, y a través de las redes sociales transmitieron su acción y denunciaron que en Cuba solo viven hoy los dirigentes comunistas mientras el pueblo muere de hambre y miseria”.
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