SANTIAGO DE CUBA, Cuba.- El Tribunal Municipal de Palma Soriano ratificó este martes la sentencia de condena a un año de prisión contra el activista Tomás Núñez Magdariaga, miembro de la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Núñez Magdariaga, quien cumple hoy 29 días en huelga de hambre, se encuentra recluido en la Unidad de Instrucción y Operaciones Criminales de la localidad de Versalles, a las afueras de la ciudad de Santiago de Cuba.
Nurvia Núñez Jaime, sobrina del disidente, dijo a CubaNet que un Agente de la Policía política de Palma Soriano llegó hasta su casa y le informó que tenía visita para este martes con su tío, en la unidad de Versalles. “Fui a visitarlo, pese a que las visitas están planificadas para los jueves, pero fui con la preocupación de no ver a mi tío con vida. Se encuentra bastante delicado. Temo por su vida, y a que en cualquier momento me llamen por teléfono y me digan que ha muerto”, contó con lágrimas en los ojos.
Para Núñez Jaime su tío “no sale de esta” si se mantiene en huelga, dice que se encuentra totalmente deteriorado y que comenzó a sentir fuertes dolores por las enfermedades que presenta, de gastritis y de los riñones. “Las autoridades cubanas tienen todo el interés de dejar morir a mi tío, porque él se mantiene en huelga, lo que quiere decir que es la libertad o la muerte”, apuntó.
“Según me explicó con las pocas fuerzas que tiene, le dijeron que ya estaba la sentencia que ratificaba su condena, que la apelación que hice no tuvo lugar, y que se ratificaba un año de privación de libertad. Pero él me dijo que esto no era determinante en su voluntad de continuar la huelga, pues se mantendría firme hasta que lo liberaran”.
El disidente está acusado por un supuesto delito de amenaza. “Durante el año que pasó en prisión su vivienda fue allanada en varias ocasiones, los agentes de la policía le robaron su pasaporte y otras pertenencias. Pero tras cumplir la sanción, comenzó a reclamar lo que le habían quitado, por lo que los represores comenzaron a evadirle, y nunca le entregaron sus pertenencias”, apuntó Carlos Amel Oliva Torres, líder juvenil y vocero de la organización.
Oliva Torres dijo que Magdariaga hace meses emprendió una huelga de hambre en su vivienda como forma de presión para que le fueran devueltos los artículos robados, pero la seguridad del estado envió a un supuesto activista, quien había confesado ser agente meses antes, para que desacreditara al opositor. “El agente dijo que Tomás estaba alimentándose, y sabemos que este método ya lo ha usado el régimen contra otros opositores y huelguistas”.
“La desavenencia entre Magdariaga y el agente de la seguridad después de la huelga generó un intercambio de palabras entre los dos hombres en una ocasión en que se encontraron en la calle. El agente ofendió al disidente, pero no pasó más allá de unas simples palabras”, relató el vocero de la UNPACU.
“Luego del altercado, el agente de la seguridad acusó al opositor de haberlo agredido con un arma blanca, que según él, Magdariaga había tomado de un puesto de carne de un cuentapropista cercano”.
Según contó a CubaNet la sobrina, el día del juicio el agente pudo presentar testigos, “pero a mi tío no se le permitió que llevara el de él, que era el vendedor de carne que se encontraba el día de la supuesta amenaza. Este fue un juicio totalmente amañado, pues el cuentapropista asegura que mi tío nunca cogió un arma blanca de su puesto, ni ninguna otra, que el incidente no pasó más allá de unas cuantas ofensas. Pero no lo dejaron testificar porque sabían que ésta era la prueba fundamental a favor de mi tío”.
Para Oliva Torres el juicio fue una farsa más, “realizaron este drama cuando nosotros estábamos enfocados en la otra mentira que había montado contra José Daniel Ferrer. Tomás es un anciano de 66 años de edad con muchas enfermedades producto a sus anteriores huelgas de hambre, un hombre pacífico que nunca ha realizado ningún acto de violencia, pero ellos montaron ese plan para llevarle nuevamente a prisión. Tomás lo sabe, sabe que tiene la verdad y por eso decide plantarse en huelga de hambre exigiendo su libertad y que sea reconocida su inocencia”, acotó.
La UNPACU es la organización cubana que tiene mayor número de disidentes en las cárceles en la Isla, 53 activistas. “A todos les han fabricado delitos comunes en procesos arreglados. Todo por haber desarrollado pacíficamente su activismo opositor. A ninguno la dictadura cubana le reconoce como preso político, solamente dice que son ciudadanos que han cometido delitos comunes”, selló el vocero.
Esta es la segunda vez que Tomás Núñez Magdariaga es llevado a prisión por motivos políticos. Esta es su tercera huelga de hambre. A casi treinta días, familiares, amigos y activistas de la UNPACU mantienen campañas en las redes sociales por su liberación.