CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy a las 2:30 p.m. hora de Italia, fue entregada en el Vaticano una carta firmada por cinco creyentes cubanos pidiendo a Su Santidad, el papa Francisco, que ayude a salvar a los huelguistas del Movimiento San Isidro y dialogue con las autoridades cubanas.
“Siete son los cubanos que hoy protagonizan una huelga de hambre en Cuba; dieciséis los detenidos por intentar mostrar su solidaridad ante la injusticia de que son víctimas los huelguistas, y decenas son los que han sufrido la represión del Estado en lo que va de mes”, inicia la misiva.
Luego se contextualiza la represión que a manos de la Seguridad del Estado ha sufrido el grupo artivista y los motivos por los que decidieron recurrir a la inanición de alimentos, como modo de protesta política, desde el pasado 18 de noviembre.
La persona de origen cubano que entregó la carta insistió a la guardia de la sede religiosa que le permitieran la entrada, aunque actualmente el Vaticano está cerrado al público por la crisis sanitaria.
Una vez en el interior, fue escoltada por oficiales que le explicaron que la única vía para enviar correspondencia al Sumo Pontífice es a través de los buzones del correo postal dispuestos allí, y le permitieron tomar fotos y videos de las instalaciones para atestiguar la entrega de la correspondencia. En la parte exterior del sobre escribió dos palabras que los mismos oficiales le sugirieron: “Importante, Urgente”
En el cuerpo de la carta puede leerse la siguiente petición: “Por todos ellos, en especial, por los que han recurrido a la inanición movidos por una sed de justicia, le pedimos, Santo Padre, en nombre de miles de cubanos que valoramos la vida, por favor, interceda por ellos. Ayúdenos a salvarlos”.
Actualmente seis personas se mantienen sin consumir alimentos dentro de Damas 955, y dos de ellos tampoco beben agua desde hace casi una semana. Estos últimos, Luis Manuel Otero y Maykel Castillo, ya muestran un deterioro notable en su estado de salud.
Un resumen del reporte médico sobre la situación de los huelguistas, publicado hoy por la organización defensora de Derechos Humanos Cubalex, apunta que durante las próximas 24 a 72 horas, para los que están en huelga de sed, se espera que presenten síntomas asociados a una posible falla renal.
Entre todos los manifestantes que no han consumido alimentos se observan pérdidas de peso corporal, decaimiento y cansancio físico, cada día más evidente.
“Dado el no aporte de iones y minerales, las sensaciones de calambres aparecerán y, en dependencia de cada organismo, pudiera existir algún tipo de arritmia cardiovascular debido al mismo desbalance hidro-electrolítico que se infiere ya está presente”, explica el informe
En el caso de los huelguistas de sed, la situación será más grave en las próximas horas. De continuar puede ocurrir un desenlace fatal.
“Cada hora que pasa marca el conteo regresivo hacia un daño irreversible para sus cuerpos, para la nación cubana. Es simbólico que el Santo patrón de los trabajadores de la tierra (San Isidro), al que debe el nombre el pedazo de tierra que estos cubanos habitan, asista a la caída lenta y desgarradora en el pozo de muerte al que se abocan. A él y a usted, Su Santidad, pedimos intervención urgente ante Dios y ante quienes juegan a ser Dios en el gobierno de La Habana”, le dicen al papa los firmantes de la epístola.
La nueva ola de represión contra este grupo de artistas disidentes comenzó el pasado 9 de noviembre cuando Denis Solís, miembro del Movimiento San Isidro, fue detenido por la policía sin informarle los cargos.
Apenas dos días después el rapero fue juzgado en juicio sumario por el Tribunal Municipal de La Habana Vieja, que lo condenó a ocho meses de prisión por la presunta comisión del delito de “desacato”, sin que su familia o allegados supieran donde estaba detenido o qué sucedía. Durante más de una semana a Solís no le permitieron comunicarse con nadie, ni tener asesoría legal para su defensa.
El 10 de noviembre otros integrantes del Movimiento San Isidro fueron hasta la delegación del municipio para interesarse por él, y presentaron un recurso de hábeas corpus ante el Tribunal Provincial de La Habana para pedir por su liberación. Todas estas acciones culminaron con detenciones arbitrarias hacia los artistas y amigos de Denis.
Desde el 16 de noviembre, oficiales vestidos de civil, presuntamente de la Seguridad del Estado, acordonaron la cuadra de la sede del Movimiento San Isidro en La Habana Vieja y limitaron el movimiento desde y hacia allí. En el interior del inmueble se desarrollaba una lectura de poesía para exigir la liberación del artista y opositor. Los agentes, dispuestos a unos pocos metros de la entrada de la sede, interceptaron a Daylys Bandera Rodríguez, una vecina que les suministraba alimentos. Esta acción condujo a que varios de los allí presentes se declararan en huelga de hambre hasta hoy. Sus demandas están centradas en pedir la liberación o revisión del proceso contra Denis.
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