LA HABANA, Cuba, 14 de enero (Carlos Ríos Otero/ 173.203.82.38 )-En la Terminal de Ómnibus Metropolitanos de las rutas 2, 4 y 88, de Párraga, Arroyo Naranjo, en La Habana, se repara y amplia un local para establecer una delegación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Párraga es uno de los cinco barrios del municipio Arroyo Naranjo, en los suburbios de la capital, donde la pobreza y el delito son rampantes. Los ciudadanos son dados a protestar públicamente por los apagones, la subida de los precios, la mala calidad de los productos alimenticios. Allí florecen la bolsa negra y la venta de carne de res, castigada con altas condenas de prisión. Los informantes de la policía no tienen cabida en la vecindad.
En marzo del 2010, cuando las Damas de Blanco asistieron a la iglesia de Santa Bárbara, en Párraga, y después marcharon por la vía pública para exigir la libertad de los presos políticos y protestar por la muerte del prisionero político en huelga de hambre Orlando Zapata Tamayo, fueron reprimidas violentamente. Sin embargo, las autoridades tuvieron que acudir a funcionarios del Partido Comunista y oficiales del Ministerio del Interior (MININT) para reprimirlas, ya que los vecinos y los empleados en los comercios, empresas de construcción, entidades todas del Gobierno, se negaron a participar en las acciones represivas, a pesar de que incluso fueron amenazados con ser expulsados de sus trabajos si no participaban en la “jornada de reafirmación revolucionaria” (agredir y golpear a las Damas de Blanco).