LA HABANA, Cuba. – “Él es una persona joven, tiene 55 años nada más”, dice Yudit Muñiz Peraza, esposa del opositor Juan Carlos Díaz Fonseca, portador del VIH postrado en una silla de ruedas.
Díaz Fonseca estuvo hospitalizado recientemente debido a una infección en sus riñones de la cual, según aseguró a CubaNet, aún no se ha recuperado. No obstante, el centro hospitalario donde se atendió lo envió a su casa.
“Lo mandaron para la casa sin un tratamiento, y el medicamento que llevaba en el hospital no lo había. Lo único que le pusieron fue la Amikacina por 6 días y lo mandaron para la casa a su suerte”, denunció la esposa del opositor.
Asimismo, agregó que su vivienda no cuenta con las condiciones necesarias para que Díaz Fonseca pueda vivir como merece.
“Nosotros vivíamos en un contenedor y Vivienda [Dirección Municipal de la Vivienda de Guanabacoa] nos dio esa casa en malas condiciones, sin derecho a materiales”, explicó Múñiz Peraza.
La entrevistada también detalló: “Mi casa se está cayendo, hemos tenido que ponerle pedazos de zinc en las paredes y el techo, porque también tienen comején. La casa está en muy malas condiciones, pésimas”, lamentó.
Tales condiciones, explica, provocan a su esposo severas crisis de asma bronquial durante meses, en dependencia del estado del tiempo. “Son bastante graves”, apuntó.
A pesar de que Juan Carlos Díaz Fonseca apenas puede articular palabras y está prácticamente postrado en una silla de ruedas, sigue siendo blanco de represión por parte de la Seguridad del Estado, aseguró su esposa.
“Morirse es lo único que puede esperar un paciente de VIH en un hospital cubano. Ellos [los funcionarios de Salud] dicen que no hay nada, no hay ningún medicamento”, resaltó.
En días recientes, la opositora cubana Evelyn Pineda Concepción, también paciente de VIH y miembro del Movimiento de Opositores por una Nueva República (MONR) al igual que Díaz Fonseca, denunció que los especialistas se negaban a practicarle la cirugía que necesita.