
MIAMI, Estados Unidos.- El presidente de la Fundación Nacional Cubanoamericana (FNCA), Jorge Mas Santos, afirmó en una reciente entrevista para el diario español El País que “los cambios de Donald Trump respecto a La Habana serán más bien cosméticos”.
“Creo que se limitará a aspectos de los viajes de americanos a la Isla y de los negocios de empresas de EEUU con empresas cubanas estatales y militares. Si bien hasta ahora ha habido muy poquita inversión norteamericana, esto la frenará más con la intención de forzar a Cuba a que allí haya respeto a los derechos humanos. No habrá una revisión completa de la política de (su predecesor Barack) Obama”, dijo además el líder de una de las organizaciones más representativas del exilio cubano.
Señaló también la necesidad de ayudar a los cubanos a que “tomen conciencia de que un cambio es posible”.
“Tiene que venir de la nueva generación de la cúpula del Partido Comunista y los militares”, opinó. “Cuba no se va a liberar con ningún Ejército. Eso es un cuento de hadas. Tenemos que liberar a Cuba con ideas, con capital humano”.
“Ellos (el gobierno) son los que tienen que impulsar una transición democrática. Sé que entre ellos hay gente consciente de esa necesidad, porque no es difícil ver que el sistema no funciona, pero permanece el temor de siempre: el temor de ser el primero en alzar la cabeza. Raúl Castro sigue trazando el camino y los demás lo siguen por miedo. En Cuba nada cambia, y así será hasta que el pueblo cubano diga basta. Si el pueblo cubano sigue callado y satisfecho con la situación que vive, Cuba será un desastre perpetuo”, dijo Mas Santos, quien no espera por el momento un cambio en la política represiva hacia la oposición.
Para el presidente de la FNCA, “lo inteligente sería darle espacio a los opositores, porque el costo económico de seguir con su acoso constante a la sociedad civil será brutal. Sería un error garrafal por su parte (la de Raúl Castro), pero sabemos que el régimen siempre ha escogido el poder sobre el bienestar del pueblo”.
Mas Santos apoyó el acercamiento entre Washington y La Habana. “El modelo de acercamiento de Obama tenía muchos beneficios”, opina.
Sin embargo, se necesitan también “herramientas para presionar al régimen”. Obama “no prestó atención a apretar a las empresas estatales. Tenía la esperanza de que Cuba respetaría más los derechos humanos para aprovechar la oportunidad. Si Obama estuviera hoy en el poder, estaría explorando la posibilidad de ser más restrictivo. Cuba no ha cumplido con su parte”.