MADRID, España.- “Aunque la propaganda oficial habla de todo el esfuerzo que hace el Gobierno del Estado por que las cosas mejoren, pues no vemos los resultados. Y de oír promesas estamos ya cansados hace mucho tiempo”, dijo el escritor cubano Leonardo Padura en reciente entrevista con la BBC.
En la conversación, a raíz de su más reciente novela, Personas decentes, Padura también se refirió a la parametración en Cuba, hecho subyacente en una de las historias del libro.
“Mira, desde finales de los 60, y durante todos los años 70 de manera muy fuerte, se vio un proceso de dogmatización de la política cultural cubana. Los que no cumplían determinados parámetros eran excluidos. Y entre esos parámetros había cuestiones de carácter sexual, religioso, político”, recuerda el escritor.
“Ese proceso”, continúa, “fue tan profundo y tan lamentable que dos de los grandes artistas cubanos del siglo XX, José Lezama Lima y Virgilio Piñera, mueren en ese ostracismo, uno en el año 76 y otro en el año 78. No volvieron a publicar, no se volvió a hablar de ellos, no volvieron a viajar, fueron completamente marginados y estigmatizados durante esos años”.
Preguntado por la BBC si él había padecido en carne propia la censura, señala que “cualquier creador cubano de estos años ha sentido ese vapor de esa política cultural en la que empiezas a aprender que hay límites que no puedes transgredir porque te pueden castigar”.
Sin embargo, explica, “yo tengo la fortuna de que empiezo realmente a escribir ya de manera profesional y consecutiva en los años 90, y de que muy pronto empiezo a publicar con una editorial española, Tusquets. Mis obras van directamente de mi ordenador al ordenador de mis editores en Barcelona. Es decir, que no pasa por el filtro de un editor cubano, que trabaja en una editorial cubana, que pertenece al sistema del Estado o del Gobierno cubano”.
En este sentido precisa que cuando el escritor tiene que realizar su obra a través de una institución cubana, asume, por lo general, una actitud de autocensura.
“Yo creo que la autocensura es uno de los procesos intelectuales más lamentables a las que se puede ver sometido un artista, porque asumes el papel de los verdugos”, apuntó.
Continuando con el tema de la represión en la Isla, recordó que en los años más recientes también han ocurrido acontecimientos como las manifestaciones “que hubo el 11 de julio de hace dos años, en las que salió mucha gente a la calle, y muchos fueron detenidos y han sido procesados y condenados con penas bastante elevadas”.
“Son condenas que muchas veces han tenido un carácter más ejemplar, en el sentido de decir `si esto vuelve a ocurrir, mira lo que le pasó a los que ya lo hicieron´. Y eso es una manera de mantener el control”, destaca el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015.
Leonardo Padura también se refirió a la precariedad económica que padecen la mayoría de los cubanos y a cómo “mientras se han ido creando bolsones de riqueza en Cuba, se ha ido extendiendo la mancha de una pobreza generalizada”.
Sobre esto, señala, “hay gente que, por años, de años, de años, no come en un restaurante o no tiene vacaciones en una playa. Y hay gente hoy mismo en Cuba que fuma y lo tiene que hacer con tabaco picado y hojas de las guías telefónicas, porque no les alcanza el dinero para comprar los cigarrillos”.
Por todo ello, como se refleja en su novela, “la sociedad cubana vive un momento de mucha complejidad, de muchas carencias” (…) “cansada de vivir tanto tiempo en la Historia y queremos vivir en la normalidad”. Y “hace falta cambiar muchas cosas para que empecemos a fundar un sentimiento de optimismo hacia el futuro”.
La novela Personas decentes fue seleccionada por el diario español El País como uno de los 50 mejores libros de 2022. La obra fue ranqueada en el lugar 33 tras la votación de un jurado de 75 expertos.