MIAMI, Estados Unidos. – El economista cubano Pedro Monreal expresó en la red social X, antes Twitter, su visión crítica sobre La Cena de Blanco, el exclusivo evento culinario que tendrá lugar en La Habana este sábado 11 de noviembre.
Monreal comenzó definiendo La Cena de Blanco como una “práctica de consumo de lujo de tipo transnacional en medio de tanta ‘necesidad’ nacional”.
No se trata, según el economista, de un simple evento de alta cocina, sino de un símbolo de una élite consumista. “Este jolgorio gastronómico para unos ‘happy few’ no solamente expresa una clase de consumo que identifica un ‘marcador’ de élites. También expresa una forma de impugnación de la lógica de un anterior sistema de consumo que se desmorona”, escribió Monreal.
Asimismo, continuó analizando el deseo de participar en lo que él llama el “imaginario globalizado del lujo”. Según el economista, la cena representa “una conveniente mercancía ambivalente: reproducible en cualquier momento y lugar, pero reservada para un círculo restringido”. Esta exclusividad, según sugiere, hace que el evento sea aún más atractivo para las élites.
1/5 Sobre la famosa “Cena de blanco”, me dicen que criticarla es un problema de “opinión personal”. Entonces me extiendo en esta práctica de consumo de lujo de tipo transnacional en medio de tanta “necesidad” nacional pic.twitter.com/WvNskzatN1
— Pedro Monreal (@pmmonreal) November 9, 2023
Otro aspecto interesante que Monreal destaca es el secretismo en torno a la organización de La Cena de Blanco. Plantea que “la propia ‘discreción’ del evento pudiera indicar que compartir socialmente a nivel de élites un tipo de consumo que es inaccesible para la gran mayoría, pudiera ser más importante que la ostentación del acto”.
Finalmente, Monreal compara La Cena de Blanco con prácticas de consumo de lujo en sociedades post-socialistas, sugiriendo que esta es una estrategia de diferenciación social. “La anunciada Cena de Blanco recuerda la práctica del consumo de lujo en espacios de las sociedades ‘post socialistas’ asociadas a estrategias de diferenciación social”.
En un reportaje reciente, CubaNet publicó que La Cena de Blanco (o Le Dîner en Blanc, su nombre original en francés) es una anomalía en la capital cubana, no solo porque los organizadores eligieron como sede este año una ciudad que literalmente se cae en pedazos. El secretismo sobre el precio del evento y la falta de transparencia son otras señales de alarma.
En la información disponible al público se ha evitado esclarecer cuál es el precio y cómo se paga. Solo se ha hecho público el costo de la comida inaugural (que no es propiamente La Cena de Blanco) y que forma parte de las actividades planeadas para el segundo fin de semana del mes en curso. La cena de bienvenida (el viernes 10) tiene un valor de 140 USD por persona y se realizará en el restaurante El Atelier, uno de los que visitó el expresidente estadounidense Barack Obama junto a su familia durante su visita a Cuba en 2016. Dicho negocio se especializa en comida caribeña, latina y mariscos.
Con los datos disponibles se puede calcular que, como promedio, una pareja que consuma dos botellas de vino, de las económicas, y un plato fuerte para cada uno gastaría 336 USD (teniendo en cuenta los 170 USD de aceptación pagados previamente). Quien prefiera bebidas más costosas podría superar los 500 USD.
A diferencia de otros eventos, los residentes de la Isla sí tienen la posibilidad de acudir, ya sea porque alguien desde el exterior los apadrine, o costeando ellos mismos los precios en efectivo.